La masacre apocalíptica

Lamentarte solo hará de tu vida una tortura mayor

Siendo sincero estaba aterrado, he de decir que nunca he sido una persona que a la que puedan llamar "Valiente", jamás pensé en defenderme cuando Hadara y sus subordinados me golpeaban.

Siempre me conformé con la idea de graduarme y dejar atrás estos años; soy estudiante de preparatoria, no queda mucho camino por recorrer.

Este es un gran reto para mí, ni no puedo entender como llegue a esta situación. Juro que de todos los escenarios que mi cabeza crea, ninguno se parecía este

- Todos, síganme y cierren la puerta - dije con un tono que todos escucharan.

- Hadara y la mitad, vayan abajo, cierren todo y cubran las ventanas con el papel, es indispensable que la luz no entr... - no pude terminar de decir cuando Hadara me interrumpió.

- Cierra la boca Darrel, deja de dar órdenes, enserio ¿Crees que por tener un arma todos te obedeceremos como perros? eres un completo tonto, ni si quiera sabes cómo usa...-

- ¡A UN LADO! - Grité disparando a una de esas criaturas que se arrojaban al lado de Hadara.

Me causó gracia la expresión su rostro, pálido y con horror que al parecer graficó en sus pantalones. No quise enfatizar en eso, así que lo ignoré y continué hablando.

- Como les decía... es de vital importancia que sigan las cosas al pie de la letra - dije pensando en que los video juegos de Zombies no fueron en vano -.

Tengo miedo, tengo mucho miedo, nunca había sentido más miedo del que siento hoy, la presión en mi pecho es tan fuerte que podría hacer explotar mi corazón. Tengo miedo, no es momento de recordar o permitir que mi inseguridad controle todo como hasta ahora. Ya no puedo seguir lamentándome por las desgracias que vivo, el hacerlo, solo hará de mi vida una tortura más grande.

La mitad de la clase fue con Hadara a cubrir el tercer y cuarto piso, la otra mitad se quedó conmigo en los primeros dos, que extrañamente estaban... ¿vacíos?

- Sepárense, cubran las ventanas del lado de los baños... - Me quedé inmóvil, tratando de comprender lo que pasaba, no hay nadie, y.... ¿mis compañeros?... ¿Ya no están?

El silencio envolvía aquel piso vacío, solo podía escuchar mi respiración - Esos son... ¿Mis latidos? -. Estoy confundido ¿Acaso me volví loco? Seguramente es mi cabeza jugándome sucio, siempre lo hace, no veo por qué no lo haría ahora. Me intriga el por qué estoy solo tan de repente, no es como si no estuviera acostumbrado. Esta sensación ya la he vivido antes, no recuerdo donde ni cuando, pero estoy seguro de que es la peor.

Escalofríos recorren mi cuerpo, siento frio en las manos y la nariz, algo se mueve al fondo del pasillo. Creo que estoy paralizado. Se acerca a mí, no logro reconocer lo que es, avanza, pero no se mueve, mi cabeza da vueltas.

No quiero regresar, me niego a aceptarlo, el lugar del que he querido escapar me llama.

- ¡YA DEJAME EN PAZ! - grité en un intento de escape de aquella agobiante situación. No podía respirar, sentía como mi garganta se cerraba cada vez más. La presión en mi pecho aumentaba más. Quiero desaparecer. Mis ojos se nublan y estoy aturdido. - Si tan solo el expresarlo fuera más fácil -.

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- !Darrel¡ !Idiota, reacciona¡ -.

- Q-qué - No entiendo qué está pasando.

- ¡Tonto ¿Qué te pasa?! Nos van a asesinar -.

No comprendí lo que estaba sucediendo, todos corrían como locos. Qué tonto soy, se supone que debía protegerlos. Que voy a hacer.

Tomé el arma que llevaba y comencé a disparar; no recordaba que tenía tan buena puntería, no estaba tan oxidado. Me sentía en una partida de Halo, muy mal momento para hacer un chiste como ese.

Me di cuenta de que los demás cerraron cada una de las entradas. Hadara y quienes iban con él terminaron con los pisos de arriba. Las criaturas que estaban adentro no eran demasiadas, pero claro que a lo más difícil que se han enfrentado es a un dolor de cabeza.

- Darrel, ¿Eres tonto? Siempre supe que eras un cobarde, pero... Hacerte el valiente unos minutos antes, y ¿paralizarte en el peor momento? Jah, sí que eres la basura de siempre - No podía negar que Hadara tenía razón, pero el hecho de que ni siquiera yo sabía que me ocurrió en aquel confuso momento es bastante deprimente.

- Lo siento, realmente no tengo una excusa, al menos una que puedan comprender. Lo bueno aquí es que estamos todos a salvo, ahora solo queda establecer reglas. Necesito que tú y dos más me acompañen a revisar la cafetería. otro quipo irá a los salones a buscar sobrevivientes -.

No dejo de pensar en ese extraño momento... ¿Qué fue? jamás había ocurrido algo igual. tengo este molesto sentir ¿Realmente quiero seguir vivo? ¿Vale la pena? Lamentarme solo hará de mi vida una tortura mayor. 

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Tardé mucho en actualizar, pido perdón. 

Espero les guste este capítulo.

Muchas gracias :D

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