𝙈𝙀́𝙓𝙄𝘾𝙊 𝙓 𝘽𝙊𝙇𝙄𝙑𝙄𝘼 (Concluida)

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐈𝐏𝐈𝐎 𝐘 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋

La pareja sentada en la sala frente a la pantalla del televisor, veían nada más y nada menos que la nada, no estaba encendida, ellos estaban en casi completa oscuridad, si no fuera por la farola que estaba en su puerta principal que alumbraba ha ambos.

Estaban abrazados, México acostado en todo el largo del sofá y Bolivia encima suyo recibiendo las caricias en su espalda, esperando a que la luz vuelva.

Veían hace poco una película de terror ofrecida por su pareja México, Bolivia estaba en desacuerdo, no quería tener pesadillas al irse a dormir, pero acepto cuando su amor dijo que lo mimaría en la cama para que duerma tranquilo.

Mala suerte para ambos, antes su pareja hablaba que todo era falso, no existía esas cosas y solo se debía tener miedo a lo vivo.

Ahora estaba aferrado a su boliviano que igualmente estaba de miedo cuando fueron envueltos en oscuridad justo cuando mencionó aquello, tratando de no ser cobarde frente a la persona que amaba, se dispuso a darle caricias, diciéndole que no lo dejará solo y volvería la luz apenas se diera cuenta.

Pero no volvía la electricidad, y como toda película de terror o levantarse tarde para ir a comer algo, los sonidos de su entorno se intensificaban, dejándo una sonrisa chueca al mexicano de miedo, sus intentos de sonar valiente y controlar la situación se le salía ya de las manos.

Pero uno idea pícara se le vino a su pareja, el boliviano quién antes estaba nervioso por el corte, fue el primero en darse cuenta del porqué paso aquello, escucho la lluvia que caía y golpeaba sus ventanas, levantó la vista mas calmado del pecho del mexicano.

—Amor

Susurro el pequeño de Bolivia, llamando a su pareja, notando algo en él, sintió el temblor en sus brazos y vio que sus ojos los tenía cerrados con fuerza, al parecer ni se percató del sonido de la lluvia.

—Amor

Lo volvió a llamar, reaccionó su pareja dedicándole una sonrisa a medias poniendo sus manos a su cintura del menor.

׿Que sucede cariño?

—La lluvia

x¿Lluvia?

—La lluvia fue culpable del corte de luz.

סAh! No lo note.

El mayor se dispuso a escuchar atento para confirmar lo que decía su angel en sus brazos, se sintió aliviado, su miedo se esfumó apenas sintio el primer goteo de agua a las afueras.

La idea que tuvo para no arruinar la noche que planearon para ver fue cambiada por la idea del boliviano que sonreía con maldad, se levantó sin quitarse de encima de su pareja, bajo un poco para estar de rodillas en el miembro de su pareja, quién estaba suspirando relajado calmando la adrenalina que tuvo hace poco.

El de franjas verde blanco rojo dejo salir un leve gruñido en queja, dándose cuenta lo que estaba haciendo su pareja, se mordió el labio, observando como el menor daba pequeños brincos en esa zona, dando círculos con su trasero masajeando y despertando su hombría del mayor.

—Podemos aprovechar cariño~

×Pero. . . ¿Los niños?

—México. . . No tenemos niños

׿De verdad? Ah si, no tenemos.

Arrugó el entre ceño el menor enojado, mientras el otro se disculpaba por la broma sin sentido, poniendo sus manos a los lados de su cadera bien formada de su pareja. El menor miro a un lado molesto sin dirigirle la mirada, México se sentó para estar frente a frente.