Ahora solo quería entrar al diario y hacer entrar en razón a mi padre. Conocía demasiado a mi madre para saber que aquellas preguntas eran una provocación y a la vez una indirecta, en menos de 5 días en el diario le había preguntado lo mismo de formas distintas y Levi no parecía comprenderlo. Era frustrante saber el resultado final de aquella indiferencia y enfado de ambos. Pero, al menos, ahora entendía lo que la maniobra que había intentado yo, significaba para él; me había dicho que casi salían heridos intentándola, pero jamás creí que la gravedad de lo que pudo pasar fuera una carga para el.
«Los días siguientes apenas si le dirigí la palabra a Ami, estaba molesto por si estupidez y por si deseo de buscar problemas que había regresado.
Isabel se había adaptado tan bien a nosotros que parecía que había estado viviendo con nosotros toda la vida, sobre todo porque Ami dejó de sentirse sola al ser la única mujer y encontró a su mejor amiga en la nueva. Ambas eran un complejo caos si se les dejaba solas y ni se diga cuando salían, de una u otra forma siempre terminaban llegando corriendo a casa muertas de risa y burlándose de la ingenuidad de alguien, ambas salían a meterse en problemas.
Varios meses más tarde fue cuando Isabel comenzó a salir con el equipo de maniobras con Farlan y conmigo, Ami siguió con el doctor. Y pasado varios meses, casi un año, cuando la siguiente turbulencia ocurrió.
Estábamos regresando a casa de nuestro habitual trabajo, cuando un hombre se acercó a ofrecernos una “misión” uso como señuelo al chico que un año antes Farlan había despedido, aquel cuyas piernas estaban enfermas, y ciertamente no dio muchas especificaciones al respecto, lo que solo me hizo enfadar aún más. El hombre parecía de aquellos de la superficie y desconfiaba plenamente de él. Apenas si recuerdo que fue exactamente lo que me pidió, o que fue lo que pasó para que yo terminará a los pies de la legión, pero ese era el punto.
-¿entonces crees que hoy sea el día? - pregunto Ami esa mañana.
Cuando no peleábamos solíamos tener conversaciones normales, o más o menos normales pues siempre nos debatimos sobre lo peor que podía pasar. Aquella mañana no era la excepción; yo me estaba preparando para el robo del día, Farlan e Isabel ya había salido para reunir a los chicos y decirles el plan, así que solo estábamos ella y yo, le había contado sobre aquel extraño hombre elegante y sobre el trabajo que nos ofrecía.
-si - respondí buscando mi cuchillo de siempre, tenía la impresión de que lo necesitaría más que otros días.
-iré contigo - soltó poniéndose de pie.
-ni hablar, no tienes equipo y no lo permitiré es peligroso - me negué sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.
-al diablo con eso, Levi - se quejo jalandome para que la mirara - dime una sola ves que no hayamos estado en peligro y aceptaré sin quejas que debo quedarme.
-esto no es negociable - tome su mano y la obligue a soltarme. - te quedas y esperaras aquí, no iras al trabajo, solo quedate aquí, pase lo que pase no salgas hasta que yo regrese.
Lo último era una orden, cargada de un promesa que no tenía intenciones de romper. Ella me miró desafiante, pero ambos sabíamos que mi intuición no fallaba, así que no le quedó de otra que acceder.
-esta bien, pero yo también te ordenó que regreses Levi - me dijo con voz firme, lo suficiente para que yo sintiera una descarga eléctrica por todo el cuerpo.
No dije mas y salí de casa. No tarde demasiado en alcanzar a Farlan e Isabel, al igual que no tardamos en comenzar nuestro trabajo.
No fue hasta que huiamos que mi presentimiento tuvo sentido: usualmente era la policía militar la que nos perseguía y aquella vez no fue la excepción, pero de nuevo sabía que algo no andaba bien por lo que mandé a callar a Isabel que parecía divertida burlándose de ellos. De un momento a otro, ya no era la policía militar la que nos perseguía, Farlan me hizo notarlo, ya lo esperaba.
Entre los edificios, con nuestras propias maniobras nos deshicimos de la policía militar, pero como también esperaba nuestros nuevos persecutores eran más hábiles con el equipo de maniobras.
-Farlan, Isabel ya saben que hacer - les dije sin dejar de ver al frente.
Respondieron afirmativamente y se dividieron, los que nos perseguían también lo hicieron, para este punto o quizá en ese momento supe que los que nos seguían era de la legión, era una buena oportunidad para probarlos. Todo marchó perfecto, parecía que yo estaba por ganar el encuentro con uno de la legión, cuando de la nada apareció el líder; saltamos entre los edificios un poco más hasta que caímos y no tuve más remedio que buscar enfrentarme a él con el cuchillo, me detuvo.
-antes de que lo hagas, mira a tu alrededor - me dijo el hombre rubio al que me enfrenta y que aparentemente era el líder.
Incluso antes de que volteara, me tenía lo peor. Farlan e Isabel había sido capturados y está última luchaba por liberarse. Frunci el sueño y deje caer el cuchillo, era lo más razonable; apenas lo solté, cuando ya me tenían de rodillas y esposado esperando el interrogatorio.
- tengo algunas preguntas. Primero ¿de donde consiguieron este equipo? - dijo el ultimo que me atacó.
“Qué pregunta más estúpida, sus propios elementos de la policía militar eran quienes los vendían en el mercado negro”, pensé pero no respondí, ni tampoco los chicos.
-también sus habilidades son buenas ¿quién les enseñó? - insistió el líder.
Nadie respondió tampoco en esta ocasión, lo que pareció fastdiarlo, se acercó a mí.
-tu eres el líder ¿cierto? ¿Recibiste entrenamiento del escuadrón? - me pregunto, ante mi silencio su compañero me azotó contra el suelo en un charco de agua.
Tan solo recordar lo sucia del agua me hace odia aquel instante. El lides insistió y finalmente fue Farlan el que respondió y explicó lo que era necesario para responder sus preguntas, Isabel como siempre les hizo frente sin dejar de ofenderlos.
-mi nombre es Erwin Smith - se presentó el lider después de arrodillarse frente a mi.
Fue entinces que lo supe, realmente aunque hubiera querido rechazar el trabajo no podía, tal como dijo el hombre elegante. Además, no podía rechazarlo pues eso significaría desafiar la orden de Ami. Así que esa fue mi condición: llevarla también a ella.»
ESTÁS LEYENDO
Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...