Draw me, Kacchan. || 𝘽𝘼𝙆𝙐𝘿𝙀𝙆𝙐 || [Completa]

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

Día común para él.

Se levanta a la misma hora sin permitirle a la alarma que suene y va directo al baño para evitar quedarse al borde de su cama pensando en todo, pero en nada.

No da tiempo de verse al espejo cuando está sacando una liga de cabello del cajón detrás del cristal y una botella de vitamina líquida que bebe una vez su cabello está atado.

Baja su rostro contra el chorro de agua tibia y enjabona con suavidad. Estira su mano derecha para buscar la toalla y con la otra enjuaga los restos de producto. 

Llegó tan tarde ayer que fue directo a su cama. De seguro su almohada se ha manchado de algo más que maquillaje. 

—Soy un desastre.

Susurra cuando se ve al espejo y suelta un lamento por el poco cuidado que tuvo ayer con su piel. 

Aún habían restos de brillantina en sus párpados y ahora, en sus mejillas. Suspira sin poder reparar más y regresa en busca de su celular.

[Gravy: Te paso las fotos de ayer.] — 7:30 am

—9:10 am.

Desbloquea el celular sin pensarlo y se dirge al chat de Uraraka donde en automático comienza la descarga del paquete de recuerdos.

Se enjoroba al ver su propia desgracia plasmada de por vida. 

—Ah, por lo menos me la pasé bien.

Anuncia rendido. Manera de iniciar el día para el trabajo. 

[...]

—¡Midoriya! — Sus pasos se detienen abruptamente e intenta cambiar de dirección, pero choca con un segundo. —No quieras escapar, hombre.

—A-Ah, Kaminari, buenos días.

Levanta su mano en forma de saludo mientras su mirada sigue en el piso cubierta por unos anteojos negros.

—Excelente, diría yo.

Esta vez habla el pelirrojo que ahora usaba una bandana y cola alta. 

El peliverde se encoge de hombros tratando de quitarle importancia al momento, pero no parece que sus compañeros quieran hacer lo mismo.

—Ayer te la-

—¡No me acuerdo!, si no me acuerdo no paso. —Se apresura a decir presionando su bolso contra su pecho. —¡Llego tarde, chicos!

Se abre paso, huyendo del pintor y el modelo. 

Apenas ve las puertas del asesor abrirse, da un brinco dentro suspirando una vez este se ha cerrado. Sus manos se secan contra sus jeans negros y después peina sus rulos hacia atrás, asegurándose de que la pequeña coleta aún siga ahí.

[Pinky Girl: Izu, estamos en la sala de reunión, apresúrate.]

Asiente como si pudiera verle y contesta con minutos que podría llevarse en caminar todo el pasillo hasta la sala. 

En cuanto sus pies tocan piso estable, corre y al dar media vuelta escuchando una segunda presencia, lo ve.

Gira en cualquier puerta que ve abierta y con torpes pasos que casi lo llevan al piso, se adentra. 
Pega su espalda contra la pared contraria del pasillo, pero por dentro escuchando hasta que la otra persona se haya ido.

—Mierda.

Cubre su rostro y, asegurando sus anteojos, retoma su destino. 

Un "permiso" sale de sus labios antes de integrarse a la reunión. Camina rodeando la sala hasta ver a Mina y saludarla con una caricia en los hombros para después sentarse a su lado.

—Mido, Mido, llegas tarde.

Abre la boca para disculparse, pero de nuevo, la mirada pícara de la chica le asegura que no está para nada molesta.

—E-Eh, sí. —Estaba inseguro porque parecía ser que todos vieron esas fotos. —Mhm, ¿qué tenemos hoy?

—Resaca.

Ambos miran hacia la entrada y ahí estaba ese rubio energético entrando con los ojos medio cerrados. Sus manos descansaban dentro de su sudadera y portaba unas bermudas negras con tenis blancos.

—Veo que ambos se descontrolaron anoche. —Ríe sin dejar de teclear en su laptop. —El chisme estará bueno a la hora del almuerzo, pero por ahora, tengo buenas nuevas.

Los dos chicos se acomodan en su lugar. Izuku cruza una pierna sobre la otra mientras que Denki opta por subir ambas piernas cruzadas al asiento.

En cuanto la pelirrosa proyecta hacia la pantalla, llaman a la puerta. Los esmeralda van de la entrada a los presentes y se queja en bajo al verlos atentos a su reacción.

¿Por qué a mí?