Danvers sisters (Supercorp)

Capítulo 10: Suposiciones

Kara estaba sentada en una de las sillas de su isla perdida en sus pensamientos, los cuales involucraban a una azabache de ojos verdes. No podía sacar de su mente lo sucedido hace casi dos días, se sentía terrible de solo recordarlo, aunque también le gustaba, lo cual la hacía sentir peor. Se cubrió la cara con sus manos y soltó un suspiro de derrota, no entendía qué le sucedía.

Flashback

Kara abrió los ojos y se encontró recostada en el hombro de su amiga mientras esta la rodeaba con sus brazos, levantó la mirada en busca de los ojos verdes de Lena, pero se llevó una sorpresa al notar que ella también se había dormido. Curvó los labios en una sonrisa al fijarse en su expresión tranquila y en lo linda que se veía a la luz del atardecer, su mirada se posó en sus labios, y comenzó a notar lo carnosos y apetecibles que se veían. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo un rubor se extendió por sus mejillas.

Estaba a punto de levantarse debido a la vergüenza, pero sintió como la respiración y el ritmo cardíaco de la azabache cambiaron, los ojos verdes estaban a punto de abrirse, lo que llevó a Kara a entrar en pánico y lo único que se le ocurrió fue cerrar los ojos y fingir seguir durmiendo. No sabía por qué le dio vergüenza, Lena era linda y no había nada de malo en admitirlo, aunque también se quedó mirando sus labios y en cómo estos la llamaban. Nuevamente apartó esos pensamientos de su cabeza, no entendía qué le estaba sucediendo, posiblemente era lo mal que se sentía que provocaba que no pensara correctamente. Solo esperaba que la mujer que la abrazaba no se diera cuenta del rubor que le cubría las mejillas.

Lo primero que Lena notó al despertar y ver a Kara dormida en sus brazos fue el rubor en su rostro, sonrió al pensar que era debido a un sueño alegre, "es lo menos que se merece después de la noticia de su hermana" pensó. Se quedó mirando su cara alegrándose que estuviera más tranquila que hace unas horas, se había dado cuenta que verla llorar era algo que la destruía por completo, y se prometió que haría cualquier cosa con tal que no volviera a soltar una sola lágrima. "Esos hermosos ojos azules no volverán a llorar. Ese hermoso rostro no volverá a hacer una mueca de dolor. Esos hermosos labios no volverán a temblar. Esos hermosos... y suaves... y apetecibles... labios..." se dijo a sí misma.

Kara estaba considerando abrir los ojos al sentir que unos ojos verdes estaban sobre ella, mientras pensaba en dejar su actuación sintió como el ritmo cardiaco y la respiración de Lena se iban volviendo cada vez más erráticos y comenzó a preocuparse. Estaba a punto de despertarse para revisar si su acompañante se encontraba bien, cuando el sorpresivo roce de algo sobre sus labios hizo que se quedará paralizada. Al poner más atención a lo que sucedía en la parte baja de su rostro, notó que eran otro par de labios los que tocaban los suyos, y sólo podían ser de una persona.

Lena no sabía cómo había llegado a esa posición, en un momento estaba mirando como su dulce amiga descansaba, y al otro estaba pegando sus labios con los suyos. Pero no le importó el cómo o por qué estaba sucediendo, mientras observaba el rostro de Kara le fueron entrando cada vez más ganas de acercarse a ella y hacerlo, ¿y es que cómo evitarlo? Kara era hermosa, dulce y especial, que verla tan frágil y afligida le estaba partiendo el corazón a Lena, lo único que quería era poder tomar todo su sufrimiento y quitárselo de encima. El contacto no duró ni cinco segundos cuando Lena se dio cuenta de lo que estaba haciendo, delicadamente se separó de la rubia y buscó sí sus ojos azules estaban abiertos, soltó un suspiro de alivio al ver que seguían cerrados. "¿Qué acabo de hacer? ¡Soy una aprovechada!" pensó mientras lentamente alejaba sus brazos del cuerpo de la rubia y se iba poniendo de pie hasta separarse de ella lo más que pudiera.

El contacto de labios hizo que la mente de Kara dejara de funcionar, haciendo que su pecho se llenara de un calor agradable. Para cuando el contacto de labios había terminado, Kara seguía metida en las sensaciones que le provocó, le gustaba lo que estaba experimentando "y eso que ni siquiera fue un beso beso" se dijo a sí misma. Pero al pensar en cómo se sentiría besar en serio a Lena la realidad la golpeó, la imagen de Mon-El llegó a su cabeza y se sintió mal al darse cuenta de que lo estaba traicionando, ella estaba con él, era su novia, no podía andar por ahí pensando en besar a otras personas (y mucho menos si esa persona era su amiga). Escuchó como el corazón y la respiración de Lena indicaban que estaba alterada, supuso que se debería de estar sintiendo mal, y se dio cuenta que sí decía algo solo lograría hacerla sentir peor, y Kara no quería eso, (además le gustó y quería más). Solo había una manera de salir de esta situación con lo que quedara de la dignidad de ambas intacta.