XL. ¿Me puedes ver?

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-Louis y Jay nos visitaron hace una semana -comenzó la beta, harry ya sabía el camino que tomaría esa charla por lo que se dispuso a tomarla de la mejor manera.

-¿Y cómo están? -preguntó.

-Bien, estuvieron solo un día, después se fueron a la granja de los Tomlinson. No fue el suficiente tiempo -tomó más té-. Pero sí fue suficiente para darme cuenta que las cosas entre tú y Louis no van bien.

Y empezó, Harry por un momento se quiso resistir, decirle a su madre que no se sentía bien, evitar esa charla, pero ya era mucho, ya no debía evadir ese tema.

-Tú no te preocupes, son problemas comunes de matrimonios comunes -le restó importancia.

-No -respondió ella inmediatamente-. El problema no es común y tu matrimonio tampoco lo es.

-¿Por qué tan segura?

-Yo los conozco, cuando tienen un problema lo más que tardan es un día y esto ya lleva bastante. ¿Qué sucede? ¿Qué fue el detonante?

Harry se quedó en silencio.

-No es algo que deba decirte.

-¿Por qué? -se cruzó de brazos la mujer.

-Prometí no hacerlo.

-¿A quién se lo prometiste?

-A ti.

-¿Ah, sí? ¿Cuándo?

-Mentalmente, madre.

-Palabras al aire, nunca me lo prometiste. Así que dímelo ahora, hombre -exigió.

Harry se negó.

-¿Por qué? ¿Qué miedo tienes? ¿Qué fue el detonante? ¿Fue él?

Se quedó callado.

-¿Fuiste tú? -negó ligeramente con la cabeza.

-Louis... ¿Por qué no simplemente me lo dices?

-No quiero que te hagas una mala imagen de él, no es malo, ni insensible. Él sólo... Pues...

-Es manipulado -completó la mujer-. No creas que no lo sé o que lo ignoro. Lo tengo presente pero, ¿qué puedo hacer?

-Lo sé.

-Yo sé que él es tu omega y que cualquier cosa que yo pues decir te molestará pero Harry, Louis es un tonto.

Harry lanzó una dura mirada a la beta, tenía su entrecejo un poco fruncido y la mirada de cazador inspiraba miedo a cualquiera pero a su madre sólo le inspiró asombro, ¿su hijo estaba usando ese comportamiento con él? Anne sólo alzó su ceja. Harry podría ser un alfa pero la autoridad de su madre nunca la sobrepasaría, no se atrevía. Relajó el rostro y la beta pudo continuar.

-Sí, yo entiendo que entró de 18 años a la industria, pero ya no era un niño, ya sabía lo que pasaba. Yo lo quiero, creció en mi casa pero simplemente no me cae bien, si tienes algo que decirme hazlo, no te detengas por cuidar su imagen conmigo, él la perdió hace tiempo.

-¿Hace cuánto? ¿Desde E?

-Al principio sí. Pero después me di cuenta que no fue su idea, y está bien, fue la primera vez, él era joven y estaba lejos, comprensible y perdonable. Pero ya dos, tres, incluso seis veces, no era correcto.

Harry suspiró, subió una de sus piernas a la silla y la abrazó, se rascó la nariz e hizo su cabello hacia atrás.

-Cuando presenté mi colección -Harry comenzó a hablar, sin que nada lo detuviera-... Y llega él y me dice lo mismo, rabié mamá y cómo no si él me estaba prohibiendo ver a mi esposo como si fuese suyo, maldito.

Our Little SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora