La Libertad

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- ¡Por fin! ¡Por fin terminó este maldito año! - grité mientras rompía parte de mi uniforme, mis pruebas, mis guías, todos mis papeles y arrancaba las hojas de mis cuadernos - ¡Adiós colegio! ¡Adiós estúpidos profes! ¡Adiós malditos inspectores! ¡Ahora soy libre de hacer lo que quiera cuando me dé la puta gana!

No podíamos creer que al fin había terminado preparatoria. Irónicamente, esa escuela católica a la que asistíamos era el mismísimo infierno. No podía ni usar el pelo suelto, los hombres solo pelo corto, pircing prohibidos... escuchar la música que nos gusta nos convertía en demonios frente a sus ojos. Pero ya no nos podrían decir nada, éramos libres y no teníamos que obedecer a nadie. Nadie nos impediría ser como realmente somos.

Por fin podría cumplir lo que por años soñé... dedicarme a mi banda y estudiar música con mis amigos en la universidad que siempre quise.

Mis amigos y yo nos mudamos a la semana de haber terminado la prepa, justo al lado del departamento de mi hermano Alex y mis primos en Cincinnati, Ohio. Se nos ocurrió la "genial idea" de arrendar tres departamentos para todos, tomando en cuenta que sumábamos doce y éramos nuevos en la ciudad, y tampoco teníamos dinero para más. Nosotros vivíamos en Dayton, por lo que habíamos visitado Cincinnati varias veces, en especial yo para visitar a mi única familia, pero aun así esto era algo totalmente distinto.

En fin, cuidad nueva, época nueva, nuevo hogar, nueva vida. Y de las mejores.

Eva, Dashie, Carl y yo fuimos becados en la Universidad de Cincinnati, así que podríamos estudiar gratis.

Tomé el desastre de papeles rasgados y ropa destrozada y bajé corriendo la escalera para tirarlos al contenedor de la esquina. Subí emocionada mientras todos gritaban y celebraban que por fin llegamos a donde seríamos felices haciendo lo que siempre quisimos. Entré a mi habitación a buscar mi cuaderno de canciones, pues comenzaríamos a celebrar en ese mismo momento. No lo encontré. ¿Lo habría perdido? No... imposible.

- ¡Puta madre! ¡Lo tiré a la basura! ¡Mi cuaderno! ¡Se fue con el resto de los papeles! - grité mientras bajaba a buscarlo recibiendo algunas miradas extrañas por parte de mis amigos.

Llegué al contenedor aliviada de que no lo habían vaciado... cosa estúpida porque había ido hace un instante. Pero al abrirlo encontré un chico muy bien instalado dentro de él devorando ferozmente el papel que con tanto odio destruí. Me quede sin palabras ni movimiento. Cuando él se dio cuenta de que yo lo observaba con cara de ¿Qué demonios?, se quedó quieto con el papel en la boca. Podría jurar que cuando vio mi mirada dirigiéndose al papel, sus expresión se tornó como la de Gólum acariciando su precioso.

Luego de estar los diez segundos más incómodos de mi vida mirándonos en silencio y sin saber cómo reaccionar ante eso, por fin hablé.

- Emmm... estás comiéndote mis cuadernos - le dije aclarando mi garganta.

- Oh, perdón. ¿Tú también querías? - me dijo ofreciéndome una hoja que tenía en la mano.

- Creo que no captaste...

- ¿Quieres o no? - preguntó serio.

- No, no es eso...

- Lo siento, no creí que te molestaría.

- No me molesta mientras te comas los correctos...

- Y... los separas por olor... sabor... ¿algo así?

- ¡No! Uhg... verás, esos son los papeles de los que me quería deshacer, y después de haberlos tirado me di cuenta que uno de los cuadernos no debía estar aquí, sin querer se mezcló con el resto. Necesito recuperarlo.

Batman [Creo que eres extraterrestre]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora