Naruto: escuchen con atención, mis pequeñas y adorable diosas -enfrente suyo estaban sus hijas-.
Una era la que tuvo con Afrodita, Lacy Uzumaki, su pequeña bolita de amor.
Y la otra era su segunda hija, era de él y de su esposa Athenea, Annabeth Uzumaki, su pequeña lindura.
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Annabeth: escuchamos con atención, papá -estaba cruzada de brazos y hablando con seriedad- yo y Lacy haremos lo mejor que podamos.
Lacy: ¡si!, haré mi mayor esfuerzo -a un lado de ella tenía al mapache- nuestro mejor esfuerzo -su mascota se fue a comer la comida que estaba a un lado de ella- el solo está descansando.
Naruto: cómo ustedes no saben aún como cocinar yo les enseñaré como -las caras de sus pequeñas mostró que estaban preocupadas- será algo fácil y nada complicado. Será lo suficientemente rico para que les guste.
Annabeth: gracias, papá -mostró una sonrisa como su hermana- será el mejor desayuno que ha recibido.
Lacy: ¡si! -en señal de esfuerzo, elevó su puño al aire- este será el mejor desayuno para mami.
Naruto: aww -lavanto a sus hijas para darles un abrazo- mis pequeñas harán su primer desayuno a sus madres -después de unos segundos las dejo donde estaban- aquí tienen -le paso un libro a Annabeth- estoy seguro que podrán hacer lo que tienen las 2 primera páginas -el libro era uno para cocinar platos sencillos- el resto lo haré yo.
Lacy: tu tranquilo, ya verás que conmigo y Anni nada será imposible -puso una sonrisa como su hermana-.
Annabeth: supongo que al menos podremos hacer esto sin causar un desastre -no estaba del todo segura al ser la primera vez que cocinaba, pero lo sencillo era fácil. Solo faltaba tener fe en que todo saldrá bien-.
Naruto: se que no tendrá problemas -vio la hora en su reloj de mano- a estas horas Afrodita está por despertar -los 3 se habían despertado antes para preparar todo- ya vuelo.
Annabeth: claro -su padre ya se había ido de la cocina- bien, bien -abrió el libro, y vio que lo primero sería hacer las tostadas- esto se ve fácil -miro a su hermanita- pasame el pan.
Lacy: enseguida -fue a donde estaban los muebles, abrió un compartimiento y sacó la bolsa con el pan- aquí tienes.
Mientas ellas seguían en la cocina preparando el desayuno para sus respectivas madres, Naruto ya estaba enfrente de la habitación de su primera esposa.
Después de abrir de manera lenta para que no se despertara. No era sorpresa decir que se veía hermosa aún estando dormida.
No le molestaría estar mirando su hermoso rostro de ángel durante todo el día. Con un paso lento se acercó para estar cara a cara con ella, ya que que no la quería despertar aún.
Una de sus manos a él cabello dorada de su prometida, para darles caricias, haciendo que ella abrirá los ojos y pusiera una sonrisa por el afecto.
