Yo Te Llevo a Casa

Capítulo 6: Lágrimas

—Tengo que salir de aquí— decía ella perdiendo la cordura
—No puedes, será mejor que te relajes, el viaje va a ser largo— respondí de forma tranquila
—Me acabas de secuestrar y pretendes que esté relajada— Entonaba sin parar de moverse
—No te secuestré... bueno si, pero lo hice para salvar tu vida—
—Mi vida es una mierda, hubiese preferido morir— dijo sentándose en el suelo
—Podrías por favor pasar por el área de desinfección, es que acabo de limpiar y...— me echó una mirada molesta levantado el arco de su ceja y me detuve, en realidad la chica daba miedo así que seguí con mis cosas y la dejé en paz.

Ella se retorcía por todos lados como un gusano, era impresionante como yo hablaba con demasiada calma y ella no dejaba de gritar, definitivamente no le gustó la idea de estar aquí en la nave, pero mi cabeza ahora se preguntaba porqué quería morir. Está científicamente demostrado que un alto porcentaje de la población humana, para ser específicos un 78.9% tiene miedo precisamente a eso, a la muerte, pensé en lo rara que era esta chica.

—¿Y qué hacemos aquí, en serio tu eres quien va a destruir el mundo, o solo estás usando una mentira para encerrarme?— dijo despues de una hora mientras yo estaba mirando los paneles de control
—Ya te expliqué, yo fui creado para esto, tengo que hacerlo. En principio el arma sólo destruiría Estados Unidos pero mis cálculos dices que destruirá más de la tierra, y por algún motivo no quiero que te pase nada— dije yo sin quitar la mirada de mis pantallas
—¿Pero quién te pidió que me salvaras?, no te conozco de nada, me hubieras dejado morir— replicó siendo mandona de una manera graciosa
—Mi sistema viene incorporado con muchas características personales y emociones, puedo ir aprendiendo otras mientras viva, y entre las que ya sé está algo llamado educación, por eso me aferre a ti al no poder decirte mi nombre, pero ni si quiera yo entiendo porqué después de decírtelo aún sigo queriendo mantenerte a mi lado— me limité a contestar sin verla a los ojos
—¿Qué pasa, te enamoraste pedazos de hierro?— dijo siendo despectiva
—Error, no conozco aún lo que es el amor, no está registrado en mi sistema— dije reaccionando rápidamente

Ella se rió, de mi posiblemente, pero no le di mucha importancia la verdad.

—Es la hora— dije sobresaltado y poniéndome en marcha a llevar a cabo mi plan
—¿De que es la hora?— preguntó aún confusa
—Tengo que preparme, dentro de 15 minutos destruiré la tierra— dije volteándome a verla antes de volver a mis cosas y no poder mirarla más
—¿En serio vas a hacer esto?— dijo siguiendo mis pasos
—Tengo que hacerlo— respondí sin darle atención
—Pero no tienes porqué hacerlo, puedes detenerte— replicó ella tratando de convencerme
—Si no lo hago lo más posible es que mis superiores destruyan esta máquina, ya te traje hasta aquí para salvarte, no voy a permitir que mueras ahora— respondí mientras seguía con mi trabajo moviéndome a todos lados
—¿Como sabes que pueden destruir la nave?— preguntaba otra vez
—Lo sé porque estuve inspeccionando todo antes de partir, colocaron cuatro bombas en cada uno de los extremos, no he tenido tiempo a quitarlas, en cuanto haga mi trabajo saldré al espacio para desprenderlas de la nave y estar seguros— le respondí de forma directa, ya quedaban solo 5 minutos para el lanzamiento
—Te das cuenta de lo enormemente ridículo que suena todo esto—
—Para ti lo será, para mí no, tu vida aún está en peligro— dije volviéndome a dirigir a la sala de control y ella no dejaba de seguirme
—Aún estás a tiempo de parar esto— dijo de forma delicada por primera vez aunque todavía estuviera nerviosa. La mire a los ojos, baje mi cabeza me volteé a los paneles y activé la bomba.

Posiblemente Stephany me odiará por años, pero en algún momento tiene que entender que todo esto lo hago por ella. Cuando me vio activar el arma dio un grito exaltado diciendo —Noooo—, se abalanzó sobre los controles para intentar detener el arma, yo la cargué como a una niña chiquita que no dejaba de llorar y patalear. Con sus puños me daba en el pecho, y físicamente no me dolía, pero verla sufrir de alguna forma me hacía estar algo llamado triste. 8.7 segundos fue lo que demoró el arma en impactar sobre Estados Unidos, y nada más le hicieron falta otros 37 para llegar a destruir toda América, África y Europa, tal y como había predicho.

Luego se escuchó un audio de la capitana Aliacia que decía

—Gracias agente Q00.Shenjai, a completado su misión con éxito, ahora mismo nos desactivaremos completamente de usted. Espero que le vaya bien en la vida—Dijo de forma irónica

No me importaban muchos sus palabras la verdad.

Un aire fuerte del impacto en la tierra se dirigió al espacio haciendo temblar a Destroy por unos segundos, Stephany se aferró aún más a mí, y bastaron 3 segundos para sentir como un líquido salía de sus ojos, tenía su cabeza sobre mi pecho, eran lágrimas las que corrían por el fino material de mi camisa. Wolly se acercó, hizo un sonido de tristeza y se unió a lo que desde fuera parecía un abrazo. Sí, estaba abrazando a Stephany, no se si por la emoción del momento o porque me sentía mal, pero mi corazón falso se empezó a acelerar por momentos.