Take One And Last

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El tiempo es una variable que en realidad nos da y nos quita cosas, nos da más oportunidades, pero nos quita esos segundos, minutos, horas y años a vividos. ¿no creen que es algo irónico? Aunque las cosas no son lo que aparentan con solo observar cada ser que hay en este presente, el tiempo juega como un factor que nos hace disfrutar cada aspecto, ya sea bueno o malo.

Yo soy el observador, el que se aparta de los mismos seres para apreciar la belleza que tiene cada uno, soy alguien que no merece estar entre tanta belleza, fui creado para solo admirarla. No nos damos cuenta que cada cosa creada tiene un objetivo; cada invento, una misión, cada ser una vocación, no puedo evitar el hecho de observar los comportamientos de los seres vivos a mi alrededor; sus risas son distintas, sus gestos hablan más que sus palabras, sus movimientos mínimamente precisos no notan que son completamente involuntarios, todos son iguales, seres que solo quieren encajar y destacar, cosas banas que buscan para llenar ese vacío en su interior que, a pesar de esforzarse con todas sus fuerzas, este pensamiento siempre viene…

“¿Por qué me sigo sintiendo igual?”

Estos deseos banales no rondan en mi cabeza porque no tengo la oportunidad de interactuar con ellos. Mi simple presencia no es apta para que alguno se gire a ver algún centímetro de mi ser…  ¿saben cuándo la lluvia es tan fuerte no puedes ver nada claro? Eso es mi ser, es mejor pasar desapercibido porque mi simple existencia no es digna de vivir o socializar con estos seres.

Las pequeñas gotas de lluvia van apareciendo y solo podemos saberlo cuando el cielo está en gris, es extraño que solo pueda llover cuando haya nubes grises, funciona como cuando alguien quiere llorar y sus ojos se cristaliza, su alegría se apaga. La lluvia es un símbolo de paz, a mi parecer, aunque solo puedo ver como las personas corren a buscar lugares seguros para evitar mojarse, pero lo que no saben es que la lluvia, sus gotas, esas lagrimas del propio universo son arrojadas para ayudarnos a seguir viviendo ¿Por qué no apreciarla? Todos son iguales…

Las calles se comienzan a vaciar dejando que la llovizna se adueñe del espacio, es como si reclamase su sitio… Una silueta reflejada a unos metros aparece de las personas que se iban apuradas a no mojarse mucho, es alto, su espalda no es ancha pero si lo suficiente, su cuello se logra apreciar deleitando mi vista con una hermosa piel canela, sus cabellos castaños casi negros reposaban en su nuca suavemente delicados, como si se acomodaran con la intensión de deslumbrar, su mano delgada y fina esta estirada fuera del paraguas que sostenía, en sus dedos asomaban uno que otro anillo, subiendo un poco mi mirada me encuentro con un perfil que dejaría en estatua hasta la propia medusa, su hermosa piel y su color aun me tiene si habla, sus rasgos no tan rudos, pero si delicados y simétricos, sus labios levemente abiertos, se ven hidratados, su nariz algo respingada y del tamaño justo para ese rostro. Por otra parte, sus ojos algo fieros, pero con un brillo en particular, son como si fuesen de algún felino, sus cejas delgadas y abundantes descansan mostrando una expresión pacifica en su rostro completamente, un brillo me distrae para darme cuenta que tiene un arete plateado en su oreja derecha.

Su figura parece irreal, si mostraría sus alas de seguro guardaría su secreto, por este tipo de seres es que yo no puedo acercarme ni un poco, alguien como yo, alto, con algunos tatuajes, ojeras por no poder dormir bien, tengo la cara parecida a un pequeño roedor… no podría ni acercarme, no soy digno y es mejor quedar de esta manera. Me encuentro con esos hermosos ojos mirándome por completo, alguien empapado con mi chamarra negra tratando de cubrirme de la pequeña llovizna; los labios del contrario se van alzando dejando ver su dentadura blanca y pareja, sus ojos se cierran, pero no del todo, me muestra una gran sonrisa casi forma un cuadrado haciendo que abra mis ojos sorprendido de su gesto hacia mí.

¿Desde cuándo los latidos del corazón se escuchan tan fuertes? ¿desde cuándo una sonrisa puede ponerme nervioso? ¿desde cuándo un ser como él se fija en alguien como yo?

Tal vez... no todos los seres humanos son tan egoístas y vanos.

DrizzlingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora