Carol Averry.Días pasados (Lo que pasa en el cápitulo #2)
Mi día no fue muy bueno que digamos y todo por la culpa de Kendall quien estropeó mis planes de cogérmela.
Cuando mis días no son agradables voy a la pizzería que con mi corta edad he ido construyendo gracias al dinero que me dio mi abuelo.Mientras conduzco pongo música que me relajé al igual que el sonido de mi precioso auto, quién también me lo obsequio mi abuelo cuando cumplí veinte años, desde entonces lo cuido como mi vida, el es el único dueño de mi corazón.
Aparco frente a mi pizzería Cony que muy pronto lo volveré más que un restaurante.
Antes de entrar rebusco entre mis cosas unas pastillas para el dolor de cabeza, cuando las encuentro las meto en mi bolsillo para que me las tomé con agua.
Entro y veo que está lleno, ningún lugar vacío, música agradable y rostros contentos.
—Hola —volteo y ahí está Cristina con el uniforme que le queda a la perfección, bien maquillada y sin dejar de sonreír como si yo fuera su ídolo.
—Hola —le respondo por educación.
— ¿Viniste a ver qué tal va todo por aquí? —pregunta metiendo sus manos en el mandil color azul pastel que tiene puesto.
—Así es Cris, veo que hay ambiente en el lugar y espero todo vaya de maravilla con el personal.
—De hecho, si.
Asiento.
Cristina se va moviendo las caderas de forma sensual pero provocativa, su descaro hace que se asome una sonrisa por mis labios.
Inspeccionó el lugar, si falta algo o si hay alguna incomodidad, pero todo está en orden.
Me alegra que el lugar este en perfectas condiciones. En ciertas ocasiones mi madre viene a ver qué tal va todo, eso me gusta porque demuestra que está pendiente de lo que sucede a mi alrededor.
—Carol, hijo que alegría verte por acá —unas manos firmes rodean mi cuerpo.
La señora Anna me abraza cariñosamente, yo respondo su abrazo con una sonrisa.
Ya es abuela, tiene 66 años, sin duda una buena persona. Vive con su nieta que es médico, quién le dice que deje de trabajar, pero nunca hace caso. Anna Trabajo para mis padres durante muchos años, pero después las cosas comenzaron a complicarse con mi padre y la despidieron, yo la contraté para que trabajará aquí.
—Vine a ver cómo te tratan Anni.
No la llamo señora porque cuando era niño decía que era mi nana, por lo tanto, la comencé a llamar así.
—Muy bien, como si fuera la mamá de los pollitos —se carcajea de lo que dice.
—Así debe ser.
Platico con ella un momento antes de entrar a la cocina.
Veo a todos los cocineros ocupados, pero me saludan amablemente. Les pregunto cómo les va o si tienen alguna petición, pero niegan comentando que todo está bien.
No tardo más que media hora porque se está haciendo tarde, saldré con los chicos a algún antro.
Me despido de todos y salgo de la cocina para irme, pero mi mirada se dirige a las dos chicas que van entrando.
Kendall y su amiga Rose.
Sin esperarlo vuelvo rápidamente a la cocina silenciosamente para no llamar la atención de nadie y mucho menos de ellas.
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Destino o Casualidad
عاطفيةKendall Ryan, una chica directa que siempre dice lo que piensa sin importar como afecte a los demás, es su forma de mostrar la realidad y su realidad es ser todo menos la chica tímida que se queda callada viendo como todos le dicen con palabras disf...