Nuevo Comienzo

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—En la actualidad—

"¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué, por qué proteger a alguien que no tiene ningún lazo contigo?  ­¡Te agradeceré siempre! ¡Te juro, te juro que esta vida te pagaré, te pagaré por haber salvado lo único que me queda! ¡Te buscaré hasta la eternidad!" 
—¿Tn___?—Escuché a mi madre a lo lejos. Después de esas palabras que alguien pronunciaba para mí.

Me levanté, desorientada.  

Otra vez...Estaba teniendo ese sueño tan extraño. Lo sentía hasta lo profundo de mi ser. Sentía todo tan real. La voz de aquél niño y el chico que lo acompañaba. Sus cabellos rubios, sus ojos color dorado con un toque de rojo en su iris...

—¿Estás bien hija? Pareces exaltada.—Comentó mi madre, mirándome extrañada.
—Estoy bien, mamá. Sólo tuve ese sueño otra vez.—Dije bostezando. 
—Eso es muy raro...Ya llevas mucho tiempo soñando con ello. Tal vez, tal vez te quiera decir algo.
—No lo sé, mamá—Volteé al techo de mi habitación.
—No te preocupes tanto por ello, querida Tn____. Algunas veces porque vemos tantas cosas en la televisión, puede que lleguemos a confundirlo, tú sabes.—Dijo, mientras salía de mi cuarto— Por cierto, —volteó antes de cerrar la puerta—Recuerda que hoy tienes que ayudarme a dejar los pedidos de comida para aquella empresa. 
—¡Me cambiaré lo más antes posible!—Exclamé, sonriendo.

Pasaron algunas horas —cabe destacar que, me quedé pensando mucho en ese sueño—, bajé corriendo de mi habitación, me había puesto lo más sencillo de mi ropero, un pantalón de mezclilla, tenis y una blusa deportiva. 
Mi madre, se me quedó viendo, muy pensativa.

—¿Pasa algo, mamá?—Pregunté extrañada.
—Suspiró— Esos ojos color café, tu tono de piel morena/clara...Tu cabello tan peculiar, negro...Pero que con el sol se te ve azul. Me recuerdas a tu padre. Ahora estás tan grande, quién diría que cumplirías ya tus 20 años.
—¡Gracias, mamá! Estoy segura de que papá estaría muy feliz de verme así, que me parezco físicamente a él, pero en emociones a ti.—Sonreí.

Otro profundo suspiro de mi madre.

Papá había fallecido hace un año de una extraña bacteria. Mi madre sufrió mucho, a decir verdad...Este tiempo, ella se ha estado recuperando de esa pérdida tan dolorosa. 
Quizás pensarán los demás que a mi no me importó la pérdida de mi padre pero...Tenía que ser fuerte para que mi mamá saliera adelante...Además...Mi padre, las últimas palabras que dijo fueron "no llores mi muerte, es parte de la vida, siempre estaré en sus corazones, mientras no me olviden." Y tenía razón...Jamás lo olvidaríamos. 

­

— ¿Mamá?—Le tomé el hombro.
—Dime, hija—Abrió y cerró sus ojos, pude notar como ella estaba perdida en el vacío de la casa.
—¿Están listos los pedidos?—Sonreí.
—Sí, hija. Lo lamento.—Comenzó a irse a la cocina.

Y ahí estábamos, las dos en la cocina, terminando de empaquetar los pedidos que nos habían encargado. Mi madre, se dedicó a la cocina desde que papá falleció, ellos tenían un pequeño negocio de Ramen y, aunque fuera pequeño —más bien de casa—. Siempre teníamos clientes, los más fieles y más...Cuando papá falleció.

Eran las 2:00 de la tarde y yo, tenía que llevar todos los pedidos a una empresa de fármacos, donde trabajaba un tío mío y sus trabajadores nos compraban. 
Iba en mi bicicleta con al menos unos 20 pedidos de ramen en las canastas de ésta. Estaba tan feliz. Japón estaba más florecido que nunca, un paisaje inolvidable, los pétalos de Sakura caer mientras pedaleaba, parecía una escena romántica de alguna película.

Pude dejar los pedidos, mi tío y sus compañeros estaban tan felices y agradecidos como siempre. Me pagaron y me dispuse a regresar a mi casa. No sé por qué sentía que este día sería diferente a los otros, me sentía diferente. Un tanto extraño pero, así es la vida. Nunca sabes qué pasará más tarde.

Hasta la Eternidad (Kyojuro Rengoku xTú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora