Me sentía patético, durante todo estos 5 días he estado en casa, no he salido para nada.., soy un dramático..
Estaba preparando mi café, al escuchar cada golpe que hacía la cuchara al tener contacto con la taza.
Estaba cansando, faltaba un día para que terminara mi etapa de celo.
Se acabaron mis supresores y Langa jamás vino, me prometió que iba volver, o al menos era si como lo entendí.., tenía la esperanza que vendría, pero no.
¿Por que tendria que venir?, luego de tremendo problema, soy un estupido, seguro Langa estaba arrepintiéndose luego de todo.
El solo reacciono de esa manera tan lujuriosa por mi celo ¿verdad?
Me pregunto si Miya estará bien, me siento culpable por haberlo dejado en la calle, al lado de un hombre ebrio y hecho mierda, tenia tantas ganas de ir a disculparme, pero... ¿Con qué cara?
¡Tenía en tantas preguntas sin respuesta en mi mente! escuchaba como se quebraba la taza en el suelo, quien había caído por un movimiento de desesperación de parte mía, esparciéndose el café por la losa blanca.
Escuche dos golpes que provenían de la puerta de entrada del apartamento, ¿Será Langa?, no dude en pensarlo más de dos veces, Agarre fuerza y Corriendo abrí la cerradura, haciendo que la puerta se abriera.
Abracé al hombre quien estaba en la puerta, sentí su olor...
No era Larga..., pero seguía abrazándolo, ¿Por qué? ¿Quién era? fui tan imprudente que no había notado el rostro de tal hombre.
Esa persona me abrazo, pidiéndome disculpas, que no volvería a dejar que nadie ponga una mano en mi.
Empeze a llorar al escuchar su voz -Miya, tu no eres culpable de nada- lo abrace con mas fuerza, no quería que me dejara solo, luego de tal atrevimiento.
-No seas llorón- Miya se sentía de alguna manera seguro al tener Reki con el.
-Perdón, por haberte dejado solo, perdoname..- agarre con fuerza la espalda de Miya.
-Tranquilo...- Miya acariciaba con cuidado el cabello del pelirrojo, era tan suave y delicado.
-¿Quieres entrar?- Pregunté en voz baja, escondido en el pecho de Miya.
Miya me tomo el antebrazo, llevándome a dentro, cerrando la puerta con violencia.
Miya me apoyo contra la pared, poniendo su frente en mi hombro, parecía cansado.
-¿Pasa algo?- pregunte confundido por la posición en la que estábamos.
-¿Aun me quieres verdad? - pregunto el pelinegro con un tono serio.
¿Por qué preguntaba eso? Claro que lo quiero, me alegré mucho al saber que era él y no Langa.
Espera, ¿Era él a quien esperaba? Quien negaba en mi corazón que fuera el, si solo pensaba en Langa, nuevamente todas esas preguntas iban rondando por mi mente.
-No tienes respuesta ¿Verdad?- sentí una leve sonrisa en mi hombro.
-Yo.. la verdad..- no sabia que responderle, claro que lo quería, pero me sentía aturdido al pensar cosas más allá que tan solo una amistad, la verdad no me disgustaba tener esos pensamientos.
Miya separó su frente lentamente de mi hombro, me miró fijamente - Reki.. yo te quiero demasiado, promete que nunca vas alejarte de mí lado- Esas palabras me dejaron desconcertado.
-Jamás me alejare de ti, siempre estaré a tu lado, apoyandote, no importa la distancia, Lugar, tiempo o vida - tome la mejilla de Miya acariciándola con mi pulgar.
-¡Oye! ¡¿Por qué te agachas tanto?!- Empecé a molestar a Miya, para quitar el ambiente triste.
-No es mi culpa que sea tan alto, además verte desde arriba se siente bien- Miya se alejó y empezó dar camino hacia la sala de estar.
-¿Eh? ven acá te voy a..- Miya me agarro por la cadera, con sus manos endurecidas, sentía muy bien que su mirada iba directo hacia mi cuerpo.
-Mi.. Miya ¿Que haces?- me molesta que hagan movimiento sin avisar.
-Has adelgazado, ¿Que has estado comiendo estos días?- Miya preguntaba preocupado.
-No he tenido apetito- desvie mi mirada con fastidio.
Miya retiró sus marcadas manos de mi cintura -Pediré comida, luego me lo pagas - hablo el pelinegro, he hizo nuevamente esa maldita mirada que hacía que me sonrojara.
Trate de cambiar el tema preguntando cómo había llegado a casa la noche pasada, al parecer Langa había llamado a Miya diciéndole que yo había llegado sano y salvo a mi hogar, que no se preocupara, era mejor evitar visitarme durante mi celo.
Al parecer Langa a estado al pendiente de mi, sin darme cuenta, era un estúpido al pensar que no quería verme, pero esa noche se fue sin mirarme, tambien tendra sus razones para estar sin mi ¿no?
(···)
Reki se miraba pensativo, no sonreía de la misma forma, sabía muy bien que algo pasaba.
-Hey Reki, pronto vendrá la comida, ven y siéntate a ver la película que elegí- estaba recostado en el sofá cama, mirando Reki como ordenaba el desastre que había hecho en casa, era como un niño sin remedio alguno, y eso es lo que me trae loco.
Reki se acercó a mi recostandose al costado mio -Si tienes sueño, duerme, pero no me llenes de baba- empeze a burlarme, Reki era tan dulce, tan solo verlo te da tantas ganas de protegerlo, maldita sea cómo te..
-Abrazame- susurraba Reki hecho bolita.
Lo abraze fastidiado -Promete no hablar de esto nunca- era vergonzoso pero se sentía bien tenerlo.
El pelirrojo empezó a reir -¡Abrazame más! ¡más!- Lo hacía a propósito, estúpido slime
No puedo creer que tu seas la persona que hizo tocara mi corazón.
(···)
No quería ver a Reki luego de tal acción, ¿Quien imbecil deja a un omega en celo con las ganas? y peor si se habla de Reki, soy un idiota, ahora no tenía cara como para verlo
¿Por qué diablos estaba afuera con un alpha? ¿Una cita?, estas preguntas me ponen incómodo
Al principio me daba confianza que ese alpha haya sido Miya, pero al escuchar su voz en la llamada, sentí que su preocupación por Reki no era de amigos.
Tengo que ir hablar con Reki en cualquier momento, no puedo dejarlo así, no quiero distanciarme de mi omega, el es mi felicidad, la chispa de mi vida.., mi amor..
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¿Que tal el capitulo? ❤️
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Atrapado
Fiksi PenggemarDespués de 7 años Miya Chinen, quien era un alfa regreso al lugar donde creció y conoció sus amigos, ya que se había ido a tokio a estudiar. Y cuando él estaba en el aeropuerto veía a sus padres y al lado un chico omega pelirrojo saltando de alegría...