Donde Verónica Sawyer
termina matando a 3 de
sus mejores amigas por
accidente.
Donde Verónica se da
cuenta que es una
semidiosa pero nadie
la quiere cerca por ser
peligrosa.
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EL ESTAR BORRACHA HACÍA que cualquier preocupación de mi cabeza quedara reducida a simple polvo.
Camine riéndome y mientras mas me alejaba del desastre que iba a ser mi vida el lunes por la mañana todo me parecía mas divertido.
"Disfruta las 30 horas que te quedan antes del lunes..." "Ese día estarás muerta"
Podría cambiar mi nombre y conducir hasta Seattle, pero no tengo motocicleta. Demonios, ¿Por qué Heather Chandler era tan malditamente dramática?
Otra carcajada salió de mi boca y una vez me tranquilice lo vi.
Nunca tuve que haberlo visto.
Sonreí al ver como se cambiaba la camisa y dejaba ver sus abdominales y una gran idea surco mi mente.
Solo tenía 30 horas, pero era suficiente para mí.
Sin perder ni un segundo comencé a escalar para llegar a la ventana de él.
Nunca tuve que hacerlo.
Entonces una vez en el techo golpeé su ventana.
Nunca tuve que hacerlo.
— ¿Verónica? ¿Qué haces en mi techo?
— Es divertido — solté con gracia y él me tendió la mano para entrar. — Lamento llegar así de la nada y despertarte... — dije una vez dentro mirando su habitación para después mirarlo fijo con una sonrisa coqueta en mi rostro. — Es que mira, decidí que tengo que montarte hasta romperte...
