Capítulo 3: Black Mirror

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Los viajes en avión siempre habían sido la forma de viajar favorita de Zhongli; rápidos y seguros, sin embargo, esta vez maldecía la eficiencia de estos viajes. Ajax no había podido dormir ni descansar las horas necesarias en China, así que ahora que no debía preocuparse por los horarios o los ensayos, podía dormir cuanto quisiera. Zhongli podría estar observándolo durante horas y horas sin cansarse.

Aether y el resto de los trabajadores de la empresa que acompañaban a Tartaglia estaban apenas a unos metros, probablemente descansando también. Zhongli parecía ser el único despierto en ese momento.

Lo cierto era que no pretendía estar en el mismo lugar que Ajax, pero Aether le había pedido personalmente que se ocupara de él debido a la confianza que parecían tener en tan poco tiempo. No podía estar más contento la verdad. Ambos estaban sentados el uno frente al otro, Ajax tenía ligeramente la cabeza echada hacia un lado, totalmente dormido. Sin pensarlo dos veces Zhongli se desabrochó el cinturón de seguridad y acercó su teléfono móvil al rostro de Ajax. Obviamente se encargó de quitar el flash, únicamente era un vídeo en primer plano de Ajax que atesoraría.

El chico no llevaba ningún tipo de maquillaje, dejando ver una palidez casi enfermiza, unas cuantas pecas distribuidas por ella y unas ojeras de casi dos centímetros. Pero no importaba, seguía siendo igual de bonito, quizás incluso más que cuando era, prácticamente, un muñeco.

—¿Tartaglia? —susurró en voz baja, tenía que asegurarse de que estaba durmiendo y que no era una persona de sueño ligero.

Sus dedos se acercaron lentamente, casi temblorosos a su rostro. Apartaron varias hebras anaranjadas de este, dejando ver mejor una expresión apaciguada y despreocupada. Zhongli deseaba que siempre fuera así.

Las yemas de sus dedos quemaron al contacto con la piel de Ajax, fue una sensación increíble. Llevaba ropa suelta; una camiseta ancha gris, unos pantalones de chándal negros y unos calcetines con estampado de Snoopy. Adorable. Fuera de la calefacción del avión y del hotel hacía bastante frío, pero dentro podías ir perfectamente en manga corta. Zhongli había tenido que quitarse la chaqueta y remangarse la camisa para no tener calor.

Antes de abandonar China el equipo de Tartaglia los acompañó al pequeño pueblo donde supuestamente residía Zhongli. Por supuesto que no era su verdadero hogar, no podía dejar que descubrieran su identidad. Compró la casa de manera ilegal a una familia que la vendía por el doble de precio, comprando de igual manera su silencio. Ver la ilusión en los ojos de Tartaglia ya fue suficiente para que el viaje mereciese la pena. Lo cierto era que todo era un paripé, Zhongli no necesitaba casi nada de equipaje, pero debía fingir que no lo tenía todo planeado, que había sido obra del destino.

Horas después ya estaban montados en el avión privado. Estaba siendo un viaje aburrido y lento, no había ningún ruido aparte del sonido del motor y la respiración de Ajax. Sabía que no debería hacerlo, que estaba mal y que el chico no lo merecía, pero verlo tan tranquilo y vulnerable encendía algo en Zhongli.

Miró el vídeo que había tomado varias veces, era mucho mejor que todas aquellas fotos que había ido recolectando de lejos. Poder tener un primer plano de él era un privilegio, y estaba seguro de que no sería el último vídeo que tomaría de él. Desgraciadamente no pudo grabar las noches que observó a Ajax en el hotel, era demasiado arriesgado, así que ahora que por fin estaría más cerca del idol, podría tomarse más libertad para grabarlo.

Con movimientos cuidadosos y silenciosos, Zhongli consiguió desabrochar el botón de su pantalón. Fue suficiente para que pudiera meter la mano en el interior, apenas acariciando su miembro por encima de la ropa interior. No podía avanzar más, sería realmente inconveniente que alguien entrara o que Ajax se despertara, así que tendría que conformarse hasta llegar al siguiente hotel.

Paparazzi • ZhongChi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora