La mente ordinaria dicta su propia sentencia; Palabras de guerra pronto se convierten en actos de guerra, palabras de desamor pronto se convierten en actos de desamor; el poder del Verbo es impresionante, debería predominar por sobre la mente. Sin embargo, para la mente ordinaria esto representa un giro de 360°, por ende, por más que lo intenten volverán a fallar y caer en los mismos errores en un círculo vicioso sin fin.
Sus enemigos son imaginarios, la mayoría de los problemas son causados por usted mismo... Por su mente ordinaria...