28 de Octubre- Kioto.
Las cosas estaban ordenadas para que mañana por la mañana solo tuviera que levantarse a darse una ducha y partir a la academia, ropa, bolso e incluso hasta el desayuno estaba listo. Se cambió de ropa colocándose el pijama tipo disfraz de mapache que Shoko le había regalado en su ultimo cumpleaños, después de todo era domingo y no tenía ningún lugar al que ir así que podía ponerse cómoda en aquel traje de felpa.
Pidió comida a domicilio pues no tenía ganas de hacer nada más que ver un capítulo más de su serie favorita o quizás leer unos capítulos más de su libro de Lovecraft. A la media hora sonó el timbre y le pareció extraña la rapidez de la entrega, se cuestionó un momento su atuendo pero después de todo solo vería al repartidor una vez en su vida, no había nada de malo en ser vista en traje de mapache; procedió abrir la puerta cerrándola de un portazo cuando descubrió a la persona tras de ella.
-¡Ya te vi!- grito el dueño de la irritante voz de la cual trataba de deshacerse cada vez que se lo encontraba- ¡Ábreme... ya te vi vestida de animal! – era claro que sus opciones se limitaban solo a abrir o abrir porque el peliblanco tras la puerta era capaz de ponerse a gritar para irritarla y a la vez despertar a todo el barrio.
-¿Se puede saber qué demonios estás haciendo aquí un domingo por la tarde?- fue lo primero que pregunto luego de abrir la puerta y verlo pasar con esa sonrisa burlona tan característica.
-Buenos noches, Utahime- dijo mientras no dejaba de sonreír de esa manera tan irritante- A propósito también eh estado bien gracias por preguntar- se auto saludo.
-No hay motivo para que andes por aquí así que bienvenido no eres y menos a esta hora, así que no te hagas el ofendido.
-¿Acaso nunca te relajas?- pregunto mirándola de pies a cabeza- ¿Nunca dejas de estar tensa?
-Tu eres el que me pone de esta manera- rodo los ojos mientras cerraba la puerta tras de ella – De hecho ni siquiera sé porque te deje pasar, vete- abrió nuevamente indicándole con el dedo que se marchara.
-Vine desde Tokio, ¿Vas a echarme así nada más? – Puso cara de cachorro abandonado pero la azabache no caía en esas triquiñuelas que había visto a Gojo hacer por años para conseguir lo que quisiera – Vine para hablar... ¿Puedes al menos escucharme?
-De todos modos no te iras...- suspiro sabiendo que se venían unos minutos muy estresantes al lado del peliblanco – ¿Café?
-Con mucha azúcar por favor – sonrió finalmente abriéndose paso en la sala de la azabache- Linda decoración- hizo girar su dedo índice indicando el lugar en general.
-Que mentiroso eres, pero gracias – dijo mientras se encogía de hombros y se dirigía a la cocina – Puedes sentarte, tienes media hora para hablar de lo que sea que quieras hablar y no...- corto la frase al ver que el peliblanco había tomado un par de libros de la estantería- Toques nada...
-Lo siento... curiosidad, estaba mirando- se rasco la cabeza.
-¿Tienes la vista en las manos?- acto seguido Gojo se miró las manos haciendo reír a la azabache por la actitud infantil.
-No te rías tanto debilucha, no voy a olvidarme que estas vestida de mapache. – Contrataco haciendo que la sonrisa de Utahime desapareciera –No te amargues, justo recién estabas tan bonita sonriendo.
-¡Cállate! - dijo fingiendo molestia para dirigirse a la cocina y ocultar el sonrojo provocado por el cumplido.
Luego de hervir el agua, colocar café en dos tazas y llevar el azucarero hasta la sala pues no sabía que tanta azúcar era "mucha azúcar" para Gojo, se sentó en la otra punta del sofá observándolo echar cucharada tras cucharada y pensando que algún día ese hombre moriría de diabetes, entonces se quedó esperando que comenzara con la conversación.
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Entre Vendas y Listones. (Serie de One Shots)
FanficSituaciones entre el hechicero mas fuerte de todos y la maestra de la escuela de Kyoto, años de conocerse traerán mucha tela por cortar. ⚠!Advertencia! ⚠ Recomendable ir al día con el maga de Jujutsu Kaisen.