Quien se ve de la villa...encuenta una mejor vida

505 32 19
                                    

Quizá no tenían mucho, pero no deseaban nada mas, vivían en una de las propiedades del rey Hans de Arendelle, ambos trabajaban allí, ella una sirvienta y el cuidaba de los corceles de su majestad, ambos habían crecido en aquella villa, Eugene era huérfano y Gerda, el ama de llaves le había acogido en ese lugar, por su parte, Elsa trabajaba allí puesto sus padres habían trabajado allí antes que ella, por lo cual había nacido allí y jamas había salido mas allá de los limites de la vida Westergard.

Eugene y Elsa solían ser los mejores amigos cuando niños, pero al pasar el tiempo, sus sentimientos que se tenían el uno al otro habían cambiado completamente, aquella bella amistad se había transformado en algo mas grande...amor, aquellas tardes de juegos que tenían cuando niños ya fuera para jugar con la pelota o a la fiesta de té, se hbanian convertido en citas a escondidas, puesto las reglas de la servidumbre decían muy estrictamente que no se permitía alguna relación amorosa entre empleados, por lo cual Elsa y Eugene se vieron forzados a guardar su amor en secreto, cada tarde, ella iba a visitarlo a los establos con la excusa de llevarle el almuerzo al joven, asi podía despistar a Gerda y a las  sirvientas chismosas.

En los establos, los dos enamorados conversaban, almorzaban y se demostraban su amor, tras varias citas a encondidas, ambos se habían propuesto renunciar e ir en busca de suerte, un mejor futuro, uno en donde ambos podrían estar juntos sin tener que ocultárselo a nadie.

Saldrían de allí e irían a cualquier otra parte, eso no importaba mientras ambos estuviesen juntos, encontrarían la manera de buscar empleo, lo cual pensaron que no seria muy difícil, es decir, tenían bastante experiencia ya que desde muy tierna edad habían empezado a laborar en la villa Westergard y cuando todo hubiese mejorado, el le compraría un lindo anillo y le pediría que se casara con el, vivirían en una acogedora casa en el pueblo de algún reino y serian felices.

Un día, llego la noticia de que el rey Hans y su hermana, la princesa Anna, irían a la villa, lo cual resulto algo extraño ya que no se aparecían por aquel lugar desde hacia mucho tiempo, la ultima vez que habían estado allí, Elsa aun era una pequeña de 8 años, sin embargo, ahora tenia 21 años de edad.

La servidumbre, incluidos Elsa y Eugene, estaban trabajando mas duro que nunca para que todo estuviese perfecto para la llegada de sus majestades, aquella próxima visita impedía que los encuentros entre ambos enamorados ocurriecen, lo cual los tenia un poco desanimados.

El día de la llegada de la familia real de Arendelle había llegado, el rey Hans parecía un príncipe sacado de algún cuento de hadas, aunque corrían los rumores de que era un rey despiadado con un corazón de hielo, por su parte, la princesa Anna parecía amable, se decía que era una chica bondadosa y algo infantil, lo cual se hizo notar con su peinado que consistía en 2 trenzas.

Elsa había sido una de las empleadas que se había encargado de recibir a sus majestades, aunque por su timidez no dijo mas de lo necesario, pero su belleza había llamado la atención de su majestad, lo cual no paso desapercibido por algunas sirvientas ni por la hermana del rey.

Habían pasado días desde la llegada del rey y la princesa, Anna pasaba días enteros en el patio de la villa (por así llamarlo), la pelirroja princesa adoraba pasar tiempo al aire libre puesto que cuando estaban en el castillo no salia muy a menudo, por su parte, Hans, había  pasado el tiempo observando a la rubia sirvienta, lo cual la incomodaba a Elsa, pero al pelirrojo no le importaba, la gran belleza de la joven le había "enamorado", ni siquiera las mas finas princesas igualaban la belleza de Elsa, por lo cual el decidió que ella se convertiría en su esposa.

Intento acercarse a ella y llenarla de grandes detalles, pero Elsa no hacia mas que comportarse indiferente o rechazarle con amabilidad, después de todo, el era el rey y su jefe, pero su acoso había crecido y la joven ya no sabían que hacer para apartarlo de ella.

Quien se va de la villa...encuentra una mejor vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora