📖TREINTA Y UNO📖

125 15 1
                                    

-parecen un matrimonio viejo - comenté sin pensar, la escena me había dejado tan aturdido que no supe en qué momento mi boca se movió sola para repetir la misma expresión que Isabel aquella ocasión.

-como podría estar de acuerdo con ellos si... - estaba diciendo Levi hasta que me escucho - ¿qué haz dicho?

Si, estoy muerto.

-¿cómo sabes eso? - pregunto Ami impidiendome responder con mi débil intento de corrección con: "parece un testimonio de quejo"

-¿saber que? - fingi amnesia.

-"parecen un matrimonio viejo" - repitio Ami.

Era yo o ella y mi padre estaban pálidos de la nada. Sabía la razón, pero no creo que fuera para tanto.

-ah, es una expresión para decir que pelean mucho - solté un tanto nervioso - lo vi en clases de lengua, cuando veía refranes y jerga de la época.

Ami y Levi volvieron a intercambiar miradas. ¡Hola, Ymir, soy yo de nuevo!

Yo ya estaba por preparar mi testamento y últimas palabras, cuando ambos se soltaron a reír. ¿Levi riendo? Debía estar ebrio aún.

-"tsk, matrimonio que tontería" - soltó Ami entre risas.

-"exacto tontería, crecimos juntos y vivimos juntos pero un matrimonio es una pésima idea" - añadió mi padre, el había dejado la risa, pero en su lugar mantuvo una débil sonrisa melancólica.

Intuía que Farlan e Isabel habían fallecido, pues es la única razón para que no existiera nadie al rededor de mis padres con esos nombres, pero aún estaba la duda de cómo había pasado.

-¿de que me he perdido? - pregunté aún con amnesia inducida.

Ami se detuvo, supongo que a ambos se les había olvidado que el producto de la idea de que un matrimonio era una tontería estaba junto a ellos escuchando cada palabra.

-de nada en realidad - respondió Levi volviendo a su expresión seria.

-un recuerdo de juventud - explicó Ami lanzandole una mirada a su esposo.

-¿sobre qué? - insistí, si no lo hacía sospecharian.

-no es necesario que lo sepas - dijo Levi y Ami le lanzó una de sus miradas peligrosas.

-aja, a eso mismo me refiero - dije aprovechando la oportunidad - eso mismo hicieron ayer cuando Armin nos contó sobre su amiga....mmm Sasha creo...

Y hasta ahí llegué, mi padre me miró alterado, había dado en el blanco a la primera, lo cual no era necesariamente bueno.

-suficiente - sentenció con voz firme. - sube a tu habitación.

-¿qué? Pero si solo... - me queje sintiendo que se me salía el corazón.

-Levi... - dijo Ami tan confundida como yo.

-dije a tu habitación, ahora - repitió Levi.

-tsk... - una vez que comienzas a hacer aquel sonido, ya no puedes parar. Pero el punto no era ese. Me levante lentamente y antes de alejarme de la mesa añadi- no es justo que me traten como un niño, ¿por qué les molesta tanto que quiera saber sobre ustedes? ¡Son mis padres!

Levi se levanto apenas me escucho alzar la voz, la silla salió disparada hacia atrás...

-¡LEVI, DETENTE! - le grito Ami haciendo que mi padre detuviera su mano a punto de chocar con la mesa y la boca abierta apuntó de protestar. - ¡Kai, a tu habitación, ahora!

No podía moverme, la misma sensación que tuve cuando mi padre me grito mientras usábamos el equipo de maniobras, se repitió amplificada. Si esta había sido la misma actitud con la que había atacado a Eren a patadas, él debió sentirse del mismo modo que yo. No necesite que Ami me repitiera la orden dos veces, recupere el aliento y me moví rápidamente a las escaleras, aún con el miedo latente me di el lujo de caminar furioso y pisando demasiado fuerte para que se notará que no me hiba por voluntad.

Una vez en la seguridad de mi habitación, cerré la puerta y me recargue en ella para después dejarme caer, las piernas me había fallado, yo estaba temblando de pies a cabeza. Y lo que era peor, no había conseguido que alguno me dijera lo que quería escuchar; ahora podía estar seguro de que si quería saber sobre ellos, sobre su pasado, debía averiguarlo por mí cuenta y con ello, debería seguir leyendo el diario.

Sabía bien que los gritos nunca se harían presentes mientras yo estuviera aquí, así que me levante aún temblando y me encamine a la ventana para hechar un vistazo. Más allá del jardín, donde solíamos montar los caballos, Ami y Levi discutían o más bien Ami parecía gritarle hasta el cansancio a mi padre, mientras este solo estaba cruzado de brazos escuchándola de la mala gana. Pero eso solo duró unos minutos, pues después Levi intento marcharse de regreso a casa dejando a Ami hablando sola, lo que a ella no pareció agradarle y lo sujeto por el brazo haciendolo retroceder con fuerza, el se tambaleó y pareció decirle algo. Odiaba no saber leer los labios. Continúe mirando sin entender, hasta que de un ágil movimiento Ami soltó un golpe directo a la cara de Levi, el cual lo esquivo rápidamente y apenas si le rozó la cara. ¡¿Qué diablos pasaba con ellos?!

Incapaz de alejarme de la ventana, me acerque más para intentar ver mejor. En respuesta Levi intento derribarla, pero ella fue más rápida y fue él el que terminó en el suelo; una vez ahí logró derrumbar a mi madre sobre el, forcejearon en el suelo unos segundos hasta que Ami sometio completamente a mi padre.

Ya no parecían enojados, al contrario parecían estar divirtiéndose y lo comprobé cuando después de que mi madre soltara a Levi, este la acercó de un tirón, terminando los dos cara a cara, separados por unos pocos centímetros. Esta vez si que me aleje de la ventana. ¿Eso harían cada que discutían? ¿Salir gritarse un rato y luego arreglar las cosas en una pelea a puño limpio? ¿Ami siempre ganaba?

Sus cambios de humor me estaban matando, pero no tanto como la intriga. Ojalá hubiera sabido que decían mientras discutían, seguramente dijeron muchas cosas interesantes que no sabre pronto. Le heche un vistazo al escondite secreto de mi escritorio donde había ocultado el diario y las insignias; no había duda, tendría que seguir leyendo el diario.

Debieron pasar varios minutos en los que me perdí en mis pensamientos, puesto que cuando volví a mi mismo, escuché los pasos acercarse por el pasillo. Medio en pánico me lance sobre la cama (ellos no debían verme junto a la ventana o sabrían que estaba espiando) y me quede tumbado viendo al techo como si realmente hubiera reflexionado mis acciones. Segundos más tarde, se movió el picaporte y la puerta se abrió...

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora