Capítulo 1.

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—¿Eres feliz?
—No.
—Chris debes dejarlo ir.
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<<7 meses antes>>

—Conseguí una habitación en casa de una amiga, tal vez podríamos mudarnos ahí hasta que ellos sean capaces de darse cuenta que ya somos adultas.

—No, de ninguna manera, Mad, tú aún no eres mayor de edad, sólo tienes dieciséis.

—¿Y eso que importa?
—No me largaré contigo a casa de una desconocida sólo porque no te dieron permiso para ir a una jodida fiesta. 
—Saliendo de tu boca se escucha muy extraño.
—Más que tú no creo.

Maddie es mi hermana menor, ella es una de esas chicas que se preocupan por lo que la gente piense de ellas, revisa su maquillaje cada cinco minutos y pone labial aunque ya tenga.
Y yo soy Chris, tres años mayor que Maddie.
Vivo la vida como se me pega la gana y de vez en cuando amanezco en otra cama. Y vaya que rima.

—Chris, se te hará tarde, y está vez no podrás entrar a tu clase de literatura si no mueves tu trasero.—Grita mi madre desesperada.

—Tengo suficiente tiempo, si no te importa.
—Claro que me importa, ya estás en la universidad.

—Mamá, nada será diferente.

—¡Maddie! El desayuno está listo hija, corre o se te hará tarde.
—Estoy yendo mamá— Maddie responde sin irritación alguna, no sé como demonios lo hace.
...

—Christian Olsen.
—Aquí.

Desde que mi padre y mi madre tomarán la excelente idea de separarse y rehacer sus vidas por su parte, nos hemos tenido que cambiar tres veces de ciudad, ya que mamá cada vez tiene un nuevo novio. Su último y actual novio es el director de la escuela de mi hermana y maestro en la mía, gracias a ello llevo medio año en esta universidad estudiando artes.

—Hey Chris, ¿qué tal tu fin de semana?—Pregunta Nick, mi mejor amigo, sentándose en el asiento que está detrás de mí.
—Fue...extraño, mi hermana planeo fugarse de la casa solo porque no le dieron permiso de ir a la fiesta de Kay, lo cual agradecí tanto, aún es pequeña para meterla en líos.

—Debiste haber ido, Kevin se emborrachó y quedó dormido en el techo de una camioneta, los dueños de la camioneta no se dieron cuenta y se lo llevaron en el techo.

—Qué estúpido— admití soltando una carcajada.
—Chris, hay un chico nuevo, Zayn, dicen que es parte del grupo de Styles, Ana dice que está sexy, deberías de acercarte a saludarlo, ya que lo único que haces en tu vida es andar de amargada y soltera por ahí, date un tiempo para conocer a alguien.
—No me digas qué hacer, aparte para Ana todos los chicos son sexys.
—¿Habrá algún día que no seas tan seca y corta... -No termino de hablar porque el profesor comenzó a explicar el nuevo tema, era clase de literatura, Nick y yo estudiábamos para lo mismo, a diferencia que él tenía clases de música y yo de dibujo.
A mitad de la clase noté que Nick mandaba mensajes de texto a alguien así que decidí marcarle para que su teléfono sonara y el Profe lo pillara.
—Señor Jonas, ¿cuántas veces le he dicho que no puede sacar el móvil en clase?
—Lo siento, no volverá a pasar.
—Eso espero.
Nick me observó con una mirada asesina y lo único que pude hacer fue mandarle un beso burlonamente.
Al acabarse la clase Nick y yo nos separamos, él tenía clase de canto y yo tenía que entrar a teatro. En el camino a mi clase venía tan sumida en mis pensamientos que no noté que alguien venía caminando en sentido opuesto al mío y al parecer él tampoco se había dado cuenta, ya que chocamos provocando que su café mojara toda mi blusa dejando ver mi sostén.

—Me descuidé, lo siento.— Dijo esa voz que ya había escuchado decirme nena algunas veces. Styles intentaba limpiar mi blusa con una sonrisa burlona intentando llegar a mi sostén, lo detuve antes de que siguiera y lo fulminé con la mirada.

—A la próxima intenta ver por donde arrastras las pelotas.— a pesar de que él fuera un ángel de cabello rizado y sonrisa hermosa, yo estaba verdaderamente molesta, mi libro y blusa se habían mojado y eso no me agradaba nada.

—Oye tranquila, nena, ¿no quieres que te limpie?—Dijo burlón el ojiverde.
—¿No tienes algo más que hacer?
—Vamos, intentó ser amable contigo.
—No es necesario Styles, vete a tu clase. — Dije haciendo notar que estaba muy molesta y comencé a caminar dejándolo atrás.

—¡CAERÁS A MIS PIES, PRINCESITA!—le escuché gritar a lo lejos mientras caminaba a los sanitarios.

Idiota.

Entré rápido a limpiarme y fui a buscar a Ana, mi mejor amiga por cierto, a su clase, le tuve que decir a su maestra que la madre de Ana la estaba buscando para darle su medicina para la infección en el estómago o en cualquier momento vomitaría sobre todos. En realidad eso le dije para que la maestra lo dijera enfrente de todos.
Cuando Ana salió, estaba avergonzada por la mirada que le dieron todos y las risitas al escuchar lo de su madre, me golpeó en el brazo y me dijo que ella no estaba enferma, me reí y le pedí prestada una blusa, me dio la clave de su casillero por décima vez y se metió a su clase.
Fui por la blusa y como ya iba muy tarde a teatro decidí saltearme y entrar a la siguiente clase. Como quedaba una hora y media libre decidí ir al sanitario de nuevo para cambiarme la blusa y después me decidí por ir a la cafetería que estaba en la esquina cerca de la parada de autobuses. Al llegar pedí un té verde, que en realidad sabe cómo a pasto, pero me encanta, saqué mi celular y mis audífonos y mi cuaderno de dibujo y comencé a dibujar escuchando a uno de mis cantantes favoritos, Hozier.  Sin darme cuenta dejé de prestar atención a la canción y me encontraba profundamente metida en mis pensamientos, había recordado que pronto sería el cumpleaños de Maddie  y quería hacerle su primera fiesta con alcohol, claro, la cuidaría yo, pero para eso debía convencer a mi madre de que viajara a algún lugar, y poder hacer la fiesta de Maddie. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me percaté de la hora que era, solo quedaban diez minutos para que la siguiente clase comenzara, así que agarré mis cosas y me fui del café un poco apresurada.

Al llegar al salón de clases aún faltaban seis minutos para que la campana sonara así que aún no había nadie dentro, más que una chica de lentes que nunca habla, para mí suerte, y yo.
Me senté hasta atrás en una esquina y mientras esperaba a que comenzara la clase observaba a las personas que iban entrando al salón, fue entonces cuando vi al chico nuevo, y supe que era él porque su mochila sucia y desgarrada tenía su nombre, Zayn.
Era un chico muy atractivo, su piercing en la nariz le daba un toque rudo y sexy, vaya que Ana tenía razón y sus labios eran perfectos. Mientras pensaba en el moreno sexy la maestra entraba y daba materíal, tuve que concentrarme y dejar de observar pero en mi mente claramente estaba pensando en hablarle, no iba a dejarlo pasar.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2018 ⏰

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