La vida por lo general es bastante injusta, algunos nacen en familias con buenas condiciones de vida y no tienen que preocuparse por las cosas básicas como qué vas a comer en el día o dónde vas a dormir, mientras que otros nacen a falta de todas esas cosas, pero eso es si solo hablamos de lo material.
La conocí por una coincidencia, la amiga de un amigo.
Al comienzo no fue nada del otro mundo, hablamos un par de veces y eso era, pero como dicen por ahí, la tercera es la vencida. En una calurosa noche de verano dos corazones rotos encontraron refugio en las palabras que aparecían en una pantalla. No tomó mucho, un par de meses, todo fue de maravilla, comenzamos un relación.
Mi primera relación.
La conexión que tuvimos fue casi instantánea. A pesar de no tener tantos gustos en común podíamos relacionarnos de muy buena manera, habían muchas cosas en las que pasábamos el tiempo. Para nuestra mala suerte empezamos nuestra relación al comienzo de la cuarentena, por lo que no pudimos juntarnos nunca, pero lo compensábamos haciendo videollamadas casi todos los días. Te prometo que esa puta mirada hasta el día de hoy me tiene enganchado.
Llegó octubre y todo se fue a la mierda.
Me dijo que necesitaba un tiempo porque no se sentía bien y habían muchas cosas pasando por su vida, así que yo obviamente se lo di. Después de todo lo que pasó me dijo que debió haberme terminado ese día. Durante ese mes presentí muchas cosas, pero realmente lo único que quería era poder apoyarla mientras le daba el espacio que necesitara.
Unos días antes de fin de mes me terminó.
Quedamos como amigos, pero le pregunté si dadas las cosas en algún momento quizá podríamos volver y ella me dijo que sí. Ese fue mi primer error. Pasaron los meses y yo cada vez me sentía peor, las cosas se estaban yendo cada vez más a la mierda en mi cabeza y lo único que podía pensar era en ella, su voz, su sonrisa, su mirada, todo de ella. Finales de enero y marcó el momento que supe que nunca más podría tenerla, me dijo que conoció a alguien. No creo que sea necesario explicar nada más, pero para resumir las cosas, ahora están en una relación y yo cada día tengo menos ganas de vivir, aunque estoy intentando trabajar sobre eso.
Sinceramente ya no quiero a nadie cerca de mi vida, en el fondo de lo único que sirve la gente que se acerca a ti, es para que cuando se vayan te duela, y hasta que pueda ver lo contrario, no quiero a nadie dentro de mi corazón.
Ya te di muchas veces la gracias por todo lo que me diste, pero ya no me siento agradecido, no valió la pena haberte conocido.
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De mi, para mi.
Non-FictionPequeñas o largas historias para no olvidar lo que he aprendido.