Louis es un híbrido, mitad gato mitad humano.
Es muy raro encontrarse con un híbrido en Londres, las personas los odian y creen que son aberraciones.
Por suerte, Harry no cree eso.
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Sofi, 2020
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Harry estaba un poco asustado, debía admitirlo. Que Louis no parara de chillar tampoco ayudaba a que se calmara.
Zayn estaba ayudando a Liam, junto a Niall, que había sido capacitado por Liam para que lo ayudara cuando esto pasara.
Shawn estaba intentando calmarse, también. Louis lo miró y luego a Vainilla, que estaba en sus manitas, y se lo tendió a Shawn.
— T-te clama-calmará. — balbuceó, chupando su pulgar. Harry le acarició la espalda, sabiendo que Louis estaba muy nervioso porque él iba a tener que pasar por lo mismo que Liam.
Shawn le sonrió y le agradeció débilmente.
— ¡Nació el primero! ¡Y la segunda también! — se escuchó el grito de emoción de Niall desde la habitación.
Harry sonrió y Louis se tiró a su regazo, muy feliz.
El híbrido de conejo salió de la habitación con dos bollitos en sus brazos luego de unos minutos.
— Él es George, un pequeño gatito. Y su hermana Amelie, que nació en su forma humana.
Los ojitos de Louis brillaron y aceptó gustoso cuando Niall le pasó al gatito a sus brazos.
— Son preciosos.
— Sí. — Niall estuvo de acuerdo, dejando a la bebé en los brazos de Shawn para después darle un beso en la frente. — Tengo que volver, aún faltan.
Harry asintió y observó la manera en la que Louis dejaba que el gatito buscara su dedito para empezar a succionar de él.
— Lou quiere- quiero muchos gatitos. — susurró, acomodando al híbrido sobre su pecho.
— ¡Ya nacieron! ¡Otros dos gatitos! — esta vez, el chillido fue de Zayn, que rápidamente apareció por la puerta con dos bollitos en brazos. — Ella es Kath y él, el más pequeñito, es Jack.
Zayn agarró a sus otros dos hijos en brazos y volvió a la habitación donde estaba Liam. Louis saltó y se puso de pie.
— ¡S-son muchos cachorros! ¡Pequeños y diminutos y, y tiernos cachorritos! — chilló, abrazando a Harry. — Quiero muchos así, Hazza.
Harry le besó la frente y rió suavemente.
— Sí, bebé, yo también. Muchos así.
Niall salió de la habitación y les hizo una seña para que pasaran.
— Iré a llamar a la señora Payne, pero Liam quiere que pasen.
Harry entró con Louis en brazos, Shawn se negó, alegando que prefería acompañar a su omega, pero antes de irse le devolvió a Vainilla. El híbrido bajó de los brazos de su humano y se transformó en un gatito con la panza muy, muy hinchada. Se acercó a la cama y apoyó su cabeza sobre la pierna de Liam, justo debajo de donde un gatito intentaba trepar para buscar de donde alimentarse.
La única bebé humana estaba en brazos de Liam, alimentándose de su pecho. Zayn estaba acicalando al gatito más pequeño de todos y a la otra gatita.
Jack era un gatito completamente negro, sus pelitos estaba erizados y aún no abría sus ojos, pero Liam sospechaba que iba a ser igual que Zayn de pequeño.
Kath era gris, sus pelos parecían suaves, lo que la hacía ver como un pequeño peluchito, sus ojos eran celestes y medio amarillos, parecía que solo quería cuidar de su hermanito más pequeño.
Amelie, no era muy grande, Harry no entendía cómo funcionaba eso de los híbridos, pero para ser una humana recién nacida, era bastante pequeña. Como no había un médico (ya que los híbridos no tenían derechos y eran vistos de mala manera por la sociedad), Harry solo podía esperar que fuese normal y que ella estuviera bien. Sus orejitas de gato eran muy pequeñas y se cubrían con los cabellos castaños que tenía en pequeñas ondas. Su cola estaba erizada y muy despeinada, era muy pequeña y parecía que no podía dejar de moverla.
Y George, que era marrón con una manchita blanca en su oreja derecha. Sus ojos eran los más parecidos a los de Liam de los cuatro cachorros. Era el más grande y también parecía ser el más juguetón de todos.
— ¿Cómo estás, Li?
El humano suspiró y acomodó los cabellos de su hija.
— Perfecto. Bien. Cansado. — respondió para después bostezar. Su hijo menor lo imitó y empezó a lloriquear mientras se apretaba contra el cuerpo de su padre.
Louis acomodó a George más cerca de la cabeza de Liam, para que el gatito pudiera jugar o a lo mejor, dormir un poco con sus hermanos.
— Creo que ya es hora de irnos, Lou. — murmuró Harry, viendo a Louis transformarse y empezar a ponerse su ropa. Cuando Liam intentó protestar, Harry lo silenció con un ademán de mano. — Descansen, si necesitas algo, Niall o Shawn pueden llamarnos. Ustedes dos solo tienen que estar con sus hijos. Y si quieres, en unos días podemos volver. Nos vemos, chicos.
— ¡Adiós! — dijo Louis, dándole un beso en la cabeza a cada uno. — C-cuídense.
Louis dejó que Harry lo ayudara a bajar con una mano en su espalda baja.
— Dos semanas, Lou. — susurró una vez ya estaban en el auto.
El híbrido sonrió y acarició su barriguita.
— Dos semanas, Hazza.
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