EL ARTE DETRAS DEL AMOR

AQUELLO QUE UN DIA VACIÓ MI ALMA

Scarlett:

 Según todos soy una bruja, la mala del cuento, pero acaso alguien intento ver más allá de lo que todos dicen, llevo dieciocho años siendo la mala de la historia, y no porque yo haya sido la culpable, porque si buscan al verdadero culpable lo encuentran al lado de mi casa con la música a todo volumen siendo el chico estrella, impecable, pero malo y cruel hasta cierto punto, en el que solo yo he estado, por culpa de él me convertí en la mala, por culpa de él me juzgan a mí, porque nadie vio lo que me hizo y en lo que me convirtió desde ese día, pero cinco años después si vieron lo que yo hice, él lo sabía, pero nunca hizo nada para detenerme, él quería que me vieran a mi como el monstruo.

Nadie se daba cuenta que desde ese día nada me importa, que él arruino mi vida, y lo peor de todo es que no logro odiarlo, lo aprecio, al final, él es parte de mi familia, y aunque eso no sea una excusa algo dentro de mí me impide odiarlo a pesar del daño que me hizo.

pero saben... llegue a acostumbrarme a eso, no importa lo que digan por lo menos sé que algún día encontraré a alguien a quien le pueda contar todo, y no me juzgue, que no me mire como si fuera basura, y que a pesar de todo no me deje y no me refiero a una pareja tipo relación, me refiero a una persona que no necesite un alto puesto para sentirse bien con mi compañía.

Saben, suelo ser tan distinta, amo la música de Aerosmith de Guns and Roses, Pink Floyd, AC/DC, Nirvana, Metallica, 5 SOS, etc... pero soy bailarina de ballet, no, no de esas lindas niñas que son estilizadas y bonitas, soy bailarina de ballet de esas que tiene que cuidar que comen y que no, que tiene que sudar todos los fines de semana y disfrutar algo que ama con locura, algo que la mantiene viva en este mundo de princesas y brujas.

He vivido pensando en que tal vez no todo es malo, y que nosotros los seres humanos primero juzgamos y luego conocemos a las personas, vivimos en un mundo de ajetreo que no nos deja conocer a los demás, solo porque no hay tiempo.

Eso es lo único social que he aprendido en el colegio, porque el tener padres adinerados no hace que las personas deseen conocerte por quien eres sino por lo que tienes.

Suelo vivir a base de lo que siento, pero no decirlo a los demás, soy una persona cerrada, que no le gusta contar lo que siente, que no le gusta decirles a todos y gritar a los cuatro vientos lo que tiene en el pecho que la presiona todos los días.

Porque, es cierto eso de que una cosa es tu pasado y otra tu presente, he cambiado mucho, no soy tan vengativa como lo era hace unos años, porque no soy tan amargada como antes, porque quiero vivir y sentir, porque todos los días son buenos para reír llorar y vivir.