Venezuela-Aragua.
12/03/2019.«Deja de llorar, las lágrimas no van contigo
No es como si me fuera a morir, o algo por el estilo,Me debo mudar debido al trabajo de mis padres,Pero te juro que mantendré el contacto contigoSi no, que me arranquen un ojo»
Aquel rostro infantil y con ojos heterocromáticos, se desvaneció cual pequeña nube de humo, mientras sus palabras quedaron flotando en el aire, debido a que Erika había despertado de forma abrupta de aquel sueño. Miró a su alrededor, encontrándose en aquella pequeña habitación, la cual compartía con Liza y Naoko. Ambas estaban profundamente dormidas.
Habían pasado ya varias horas desde la partida del grupo de expedición, y debido al abrumante calor, ella decidió dormir un poco para hacer corta la espera, mientras que otro grupo vigilaba que ningún infectado se acercara, o que algo saliera mal poniendo en peligro la vida de todos.
Se levantó con cuidado, mientras sentía su cuerpo pegajoso, algo que realmente le incomodaba. Busco en su bolso, aquel pequeño conjunto de higiene personal. También Tomó una toalla y una muda de ropa, necesitaba refrescarse o sentiría que se iba a derretir.
Salió de la habitación, encontró por el pasillo, a los demás miembros del equipo. Apreció como algunos hablaban animados, entre esos Martin y Lucas, parecían estar jugando a la vieja, utilizando un par de tizas que encontraron, mientras rayaban aquel suelo. Al menos encontraban una forma sana de distraerte, aburrida pero sana.
Al seguir avanzando su mirada se topó con Yerai, el moreno parecía estar distraído con un grupo de fotos y adornos, los cuales se encontraban sobre una vitrina. En aquel momento se veía tan pacífico y tranquilo, realmente parecía que podría ser un buen amigo, pero toda esa magia se acababa, en el instante que comenzaba a hacer sus comentarios ofensivos.
Ingresó al cuarto de baño, para tantear un poco y encender el interruptor. La luz iluminó la estancia, era un lugar pequeño, el suelo era de baldosa negra, mientras las paredes eran de una tonalidad aguamarina. Dejó la ropa sobre la tapa del inodoro, mientras ella apreciaba su rostro a través de aquel espejo.
Noto su rostro cansado, con pequeñas bolsas color morado debajo de sus ojos, estas eran sutiles, pero era la prueba de que no estaba descansando bien. Tomó un poco de agua del grifo para enjuagar su rostro.
Se quedó mirando nuevamente su reflejo, apreciando su negro cabello, el cual se encontraba desordenado y enredado. Recordó aquellos días donde, su hermana menor golpeaba la puerta del baño, gritándole que se apresurará porque iba a llegar tarde al instituto.
Su mente se llenaron de los recuerdos de sus padres, ambos eran personas estrictas y controladoras, siempre pendiente de quienes eran sus amigos, con quien salían sus hijas y a qué hora llegaban, en ocasiones hasta cómo se vestían. Realmente era agobiante para ambas. Erika deseaba la libertad, poder hacer lo que ella quisiera sin que sus padres la controlarán.
Ahora que tenía esa libertad, la odiaba y daría todo lo que fuera por volver el tiempo hacia atrás. Para poder ver a sus padres de nuevo, decirles un te quiero, mientras los abrazaba para nunca soltarlos. Deseaba poder verles de nuevo.
Sus mente se llenó de los recuerdo de aquella última pelea, recordando los insultos de sus padre, las quejas de sus madres. Como si fuera una grabadora, escuchaba los gritos de ambos, las respuestas que ella les daba. Se vio a sí misma salir de su hogar, con lágrimas en los ojos, dirigiéndose a la casa de Sheila.
Ella jamás imaginaría que esa sería la última vez que vería a sus padres.
Al apreciar nuevamente el espejo, noto como sus mejillas ahora estaban mojadas, debido a las lágrimas que rodaban por estas. Lo odio por un instante, odio haberle dicho todo aquello a sus padres.
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【✜ Vida Entre Muertos ✜】【Saga Ángeles Exterminadores】
Ciencia FicciónUna nueva amenaza se extiende por todas las regiones de Venezuela, hasta hundir el país en la desesperación y las tinieblas. No importa a donde mires pues lo único que encontrarás será aquellos muertos vivientes, personas que, por azares del destino...