El coraje fluye por mis venas a una velocidad impresionante. No puedo creer que le molestase que no le informara que tengo una hija cuando él ni siquiera se molestó en preguntar.
Explícitamente nuestro acuerdo se basa única y exclusivamente de sexo y compañía, nada más, así que no entiendo por qué demonios le molesta tanto que tenga una hija cuando esos no son sus malditos problemas.
Hace cerca de media hora que Alek se fue de la habitación dejando la conversación completamente a medias. No respondió si le molestaba o no que Heilyn estuviera presente en mi vida, pero que le moleste es algo que no le pienso tolerar. Me paseo por la habitación intentando aclarar mis ideas. ¿Cómo habrá sabido que tengo una hija? Desde que la tuve e intentado tenerla lo más alejada posible a las personas con las que me he rodeado así que no se de que forma lo habrá sabido. Además, no es como si fuera algo de su competencia. Solo mike y una que otra persona saben que tengo una bebé. Y no es que me avergüenza de tener una hija, pero en este mundo de mierda la quiero lo más alejada de los cabrones asquerosos que existen.
Saco mi vieja laptop de la maleta y me dispongo a escribirle a mi madre para informarle que mi teléfono se encuentra perdido y que probablemente tendré que comprar otro. Hablamos por Skype un buen rato, junto con mi padre y Heil. Al finalizar le escribo a Mike, le comento qué tal va todo y hablamos un rato. Mike ha sido de las mejores personas que han podido llegar a mi vida. Siempre fue y ha sido mi apoyo en cualquier circunstancia, y es algo que en verdad le agradezco. Sin darme cuenta es más del medio día y no he comido nada más que el desayuno, no me apetece bajar así que pido servicio al cuarto, tiempo más tarde, me encuentro comiendo cómodamente el en balcón mientras veo una película en YouTube de esas viejas con mala calidad en mi laptop.
Al finalizar la película me decido por ir a la piscina un rato, me visto adecuadamente y bajo. Ya allí, le pido a un camarero un par de margaritas, he bajado con un libro con el propósito de tomar un poco de aire en una tumbona, mientras leo.
Me adentro en las páginas de el, trata sobre una mujer de mediana edad que tuvo una pareja en su años de adolescencia con quién tenía planes de casarse, el cual desapareció sin dejar rastro, pistas y, que muchos años más tarde reaparece en su vida de forma inesperada, con muchas propuestas, promesas y ganas de comenzar una nueva vida junto a ella, pero esta rehizo su vida años después de su desaparición, se casó, tuvo hijos y no podía olvidarse de todo aquello porque su sombra del pasado había vuelto. Y el, un hombre lleno de misterios e incógnitas, con solo un propósito: volver a conquistarla.
Una sombra se posa sobre mi y levanto la vista para encontrarme con Alek vestido con únicamente unos shorts y una toalla azul cielo en su hombro.
—Te estuve buscando—comenta, sentándose en una tumbona a mi lado, abre una sombrilla y también lo hace con la mía.
—Aquí estoy—le digo.
—Si no lo hubieras dicho, nunca lo habría notado. Gracias.
—No hay de qué.
Me mira con cara de pocos amigos y yo me decanto por ignorarlo y prestarle atención a mi libro. Pone sobre mis piernas un aparato, un aparato al que conozco perfectamente ya que es mi celular.
—¿De dónde lo has sacado?—pregunto tomándolo entre mis manos.
—Lo dejaste en la mesa esta mañana cuando estuviste en el restaurante. Cuando bajé a desayunar me lo paso algún mesero.
—Entonces déjame ver si entendí. Encontraste mi celular y creíste que eso te daba derecho a revisarlo.
—¿Quién dice qué lo revisé?
—Lo dice la carga de mi móvil, cuando estuve esta mañana aquí, estaba en 89 y cuando me lo has pasado he notado que está en 28. —le recrimino tomando de mi tercera margarita— A parte, de que no tiene clave de acceso y que tener el celular de alguien en nuestras manos despierta un morbo increíble de revisarlo, si no hubiera sido así ¿Cómo habrías sabido de mi hija?
Mi hija es sagrada para mi, pocas personas de mi círculo la conocen, no la subí a mis redes e intento que tenga el mínimo contacto con las personas de mi entorno que no sean expresamente cercanas a menos que vaya a la guardería, además de eso, por lo que pocas personas saben que tengo una hija.
Se queda callado y yo tomo su silencio como clara respuesta. Me gustaría exigirle que me dijera el por qué lo revisó pero da igual.
—La próxima vez me lo pasas y si quieres saber o ver algo, me preguntas. Mi celular es privado. No espero ninguna disculpa de tu parte, por lo que no es necesario que te disculpes por haberlo hecho. Gracias.
Su cara de pocker hace que casi escupa el trago de Margarita en su rostro. Se nota que nadie había osado de poner en su puesto a "Mr. Reviso celulares ajenos si me da la gana". Una sonrisa sutil se desliza por sus labios y sonrío con superioridad (Merlín 1 - Alek 0) Toma mi Margarita entre sus manos y toma de ella.
—Si necesitas alguna bebida puedes pedirla, no es necesario robarme la mía aunque seas tú quien la esté pagando.—le comento poniéndome mis lentes de sol y aplicándome un poco más de bloqueador solar. —¿quieres un poco?—señalo el bloqueador. Él mueve su cabeza en negativa.
—No, gracias. Ya me he puesto antes de bajar. Pero si quieres puedo ayudarte a aplicártelo en la espalda.
—Si, gracias.—me volteo y siento como desabrocha la parte de la espalda del bikini para tener mejor acceso.
—Recuéstate -me pide y lo hago. Tumbo mi cuerpo boca abajo en la tumbona mientras permito que Alek aplique el bloqueador en mi piel.
Él desliza sus manos calientes por toda mi espalda y se toma más tiempo en mi espalda baja, aplica más bloqueador en sus manos y las baja aún más llegando a mi trasero, aplicándolo en mis nalgas y vuelve a subir a mi espalda. Todo mi cuerpo se siente caliente bajo el contacto de Alek, sus manos se pasean por mis hombros y brazos para luego dar por terminado su trabajo. Y yo solo me permito pensar en que quisiera que siguiera haciéndolo.
—¿No querrás que te aplique a ti también en la espalda?—le pregunto de manera sugerente. Él acepta, tumbándose, replicando la posición en la que yo estaba.
Aplico el bloqueador en mis manos y lo deslizo por su espalda, dura y suave al tacto, toco sus hombros y brazos fuertes, intentando no dejar ninguna zona sin aplicar o perder mi norte. Sin previo aviso se incorpora y me levanto de su tumbona.
—vayamos a otro lugar— me pide con la mirada hecha un remolino avasallador.
—vamos— organizo mis cosas metiéndolas en el pequeño bulto que he traído y luego de asegurarme de que tengo todas mis pertenencias y él la suya, que se basa sólo en su toalla, salimos a donde sea que él me esté guiando.
Curiosa, le sigo.
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El amigo de un amigo (+18)
RomanceTu mejor amigo llega a tu puerta una la propuesta de trabajo y no cualquier propuesta. Un amigo de un amigo de otro amigo de mi mejor amigo me quiere en su cama, cuando quiera, cuando pueda y cuando lo solicite todo por dinero y yo que lo necesito...