✒Las Serafini son la cosa más rara del mundo. Algunos los llaman amplificadores por su extenso poder mágico.
Suelen venderlos y tienen gran valor, su cabello, su sangre y sus huesos son lo que más vale.
Hubo una rebelión, todos los Serafini capturad...
Queda claro que no disfrute para nada el camino de la sombra. Soy del tipo que le gusta nas cosas tranquilas. Ahora mismo me siento como puré de papá recién machacado. Fuimos a un bar, y por extraño que sea, los dos tarros de cerveza que consumo no me hicieron absolutamente nada, lo cual es un fastidio porque realmente tenía ganas de ponerme ebria. Es una pesadilla.
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Y ahí estaba Hwaxin al lado de Inej comiendo lo que estaba en la barra pidiendo que rellenaran su tarro.
Jesper no podía creer como bebía.
—¿Como le haces para tomar tanto?—le pregunta Jesper, el llevaba el primero.
—No lo sé, no importa cuánto beba, nunca hace efecto y es muy fastidioso— confesó. Le dio un trago grande a su tarro.
—Los Serafini son increíbles, manipulan su estructura osea, tienen una buena vista y son inmunes a los efectos del alcohol—comento el conductor leyendo algo.
—¿Gracias?—respondió Hwaxin confundida. —Lo consideraré un cumplido—
—La fiesta de invierno—mencionó el mismo arrojando el folleto en la barra. —No llegará a la invocadora del sol sin Nina. Menos en esta fiesta absurda—
—Nunca he ido a una fiesta, ¿son divertidas? —pregunto Hwaxin interesada.
—Hace poco te lleve a una—comento Jesper.
—¿Eso era una fiesta?—pregunto haciendo una mueca, Inej sonrió.
—Yo podría llevarte a una muy agradable—le dijeron tras ella. Volteo y era un hombre con barba que se sentó a un lado de ella sin invitación.
—¿Quien es usted?—pregunto educada.
—Mi nombre no importa y el tuyo tampoco es importante. Lo que ahora pasará es que te invite un trago, veo que llevas un par de tarrones— este tipo pensaba que ya estaba ebria. Pero no sabía que estaba más lúcida que nunca, sin ms sonrió.
—¿Cuántas veces le a funcionado esa técnica, señor?—le preguntó.
—Usted dígame, ¿función?—estaba por tocarle la pierna.
—No me toque— le dijo con su sonrisa en la cara. En cuanto sintió el tacto, Hwaxin tomó el brazo del tipo y lo torció.
Jesper reprimida su risa, Hwaxin tenía una afinación por romperle ls muñecas a todo ser que la toque.
