CAPÍTULO 1

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Hace 5 años
Castillo del Monte Oblak, Rusia
Si el enorme vampiro no dejaba de mirarlo fijamente, incluso su increíble talento con la espada, no iba a mantenerle por mucho tiempo la cabeza sobre los hombros.

El pensamiento hizo a Jungkook (un inmortal conocido como el Codiciado), sonreír ampliamente mientras se acurrucaba en el alféizar de su celda.

Apoyándose contra las barras reforzadas, miró a los dos ejércitos de vampiros luchar más abajo, como haría con un ruido sordo en la parte de atrás de unas gradas.

El pobre jefe guerrero, con sus amplios hombros y cabello negro azabache, estaba a punto de unirse a la legión de otros hombres, cuya última imagen en la tierra había sido la cara sonriente de Jungkook…

Frunció el ceño cuando agachó la cabeza y pasó por encima de sus enemigos. Era un hombre grande, al menos de dos metros de alto, pero era sorprendentemente rápido. Inclinando la cabeza, lo estudió. Era bueno. Él sabía de lucha y le gustaba su estilo. Sucio.

Cortaba con su espada y luego golpeaba con el puño, o esquivaba un golpe y luego lanzaba un codo. Le divertía mirar, pero qué no daría por estar ahí abajo luchando. En el medio. Contra ambas partes. Contra él.

Peleaba más sucio.

La mirada del hombre continuaba vagando hacia él, y una vez incluso mató cuando sus ojos todavía estaban en él. Jungkook le había mandado un beso, eligiendo verlo como un tributo.

Él tuvo tiempo de volver la vista atrás, incluso cuando lanzó órdenes al comando del ejército de vampiros de su alrededor, mostrando brillantez en estrategia. Él examinó todo como si viese Batallas Decisivas en A&E, y de mala gana notó la efectividad de las granadas ácidas y pistolas de su ejército.

Las criaturas del Lore despreciaban armas humanas como esas. A los únicos que esas armas podían matar eran humanos, lo que no servía de mucho. Y aún así lo bueno de las balas, a parte de estropear una perfecta y buena costura, era que dolían y podían inmovilizar a un inmortal durante muy poco tiempo. Suficiente para que un luchador peleando sucio te cortase la cabeza. Hecho suficientes veces, podía ayudarte a tomar un “intomable” castillo como el de Ivo el Cruel.

A Jungkook apenas le importaba que Ivo, su carcelero y atormentador, estuviese a punto de tener el trasero cogido por este jefe guerrero, con prohibidas armas modernas. Su situación no cambiaría, ya que estos rebeldes humanos convertidos, conocidos como Forbearers, todavía eran vampiros. Un idiota de sangre es un idiota de sangre…

Una explosión sacudió el castillo, y chispas y trozos de escombros llegaron hasta el techo de la celda de Jungkook. Las criaturas de los húmedos receptáculos inferiores, aullaban en el pasillo con furia impotente, aumentando en urgencia con cada sucesiva explosión, hasta que… acabó. Silencio. Una réplica aquí y allá, un lloriqueo bajo…

Ya no había defensa en este castillo, sus habitantes habiendo desaparecido (trazando, como el Lore llamaba a teletransportarse) dejando no más que un ligero borrador y los registros quemados de su Horda.

Podía oír a los rebeldes buscando en las entrañas del lugar, pero les podría haber dicho que no encontrarían nada de sus enemigos. Los moradores aquí no habían sido del tipo “lucha hasta la muerte”, más bien del tipo el que “lucha y escapa, vive para escapar otro día”.

Poco después, oyó pesadas botas resonando en el suelo de piedra de la celda, y supo que era el jefe guerrero.
Cruzó directamente hasta su celda, y se quedó parado delante de él.

Desde su posición elevada, acurrucado en la ventana, examinó al vampiro de cerca. Tenía cabello negro grueso y liso, que caía sobre su cara en secciones desiguales, que sin duda había cercenado con su espada meses atrás, y desde entonces no había pensado en cortarlo. Algunas madejas estaban apartadas de su campo de visión, con aquellas pequeñas masas de trenzas como las que los berserkers solían llevar. Tenía cicatrices en las manos, y su cuerpo grande era poderoso y lleno de músculos. Jungkook quería ronronear, porque aparentemente era el centro del casting que realizaba el consumado y viril jefe guerrero.

El Señor de la Guerra || TaeKook AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora