Hablar, eso era lo que solía hacer casi siempre cuando era niña, amaba conversar con las personas escuchar a las personas y expresarme, en ese entonces no sabía por qué me gustaba tanto decir hablar en voz alta o en mis peores pesadillas siempre era incapaz de producir sonido alguno...
Años después vino la comprensión, libertad, era la sensación de ligereza lo que provocaba que amara tanto el ruido que era capaz de producir libertad que venía de la comunicación.
Ahora la mayor parte de mis días la paso en silencio simplemente observando lo que sucede a mi alrededor con una opresión en el pecho, una desesperación siempre presente junto al arrepentimiento ahora deseo poder expresarme como antes pero parece que tanto tiempo en silencio retraída e incapaz de producir encontrar las palabras adecuadas para expresar mis problemas, para pedir ayuda cuando antes ni siquiera tardaba un par de segundos en lograr expresar mis emociones, estoy atrapada en mi silencio auto impuesto todo por escuchar aquello que solo debería oír.
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Desahogos
RandomEsto será similar a un diario de emociones. Casi de manera segura no tendrá demasiado sentido ya que esta escrito en el momento como una manera de dejar ir los pensamientos que me rondan sin preocuparme demasiado por como esta.