Capítulo 20

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Cambiamos de dirección y Gael tomo ruta para la mansión mientras yo le mandaba un mensaje a mi madre.

Elena

No podré ir a buscar a Matu, ¿Puede quedarse en tu casa hasta mañana? Pasaré mañana por su casa y almuerzo con ustedes, lo siento... Surgió un asunto muy importante. Te explico mañana. Te quiero. :)
entregado 20:58pm

Después de unos minutos llegamos a la mansión, prácticamente me lancé de la camioneta y a paso rápido me dirigí a la puerta. El detector escaneó mi mano y abrió la puerta de madera reforzada con hierro dejándome ver el recibidor y más adelante la sala.

Subí corriendo por las escaleras y me adentré en el pasillo de las habitaciones y mientras me quitaba los tacones, abrí la puerta de mi habitación.

Fui directo al baño y allí mismo encendí la ducha donde salió la lluvia artificial, mientras tomaba la temperatura correcta, quité mi ropa y cubrí mi cabello con una gorra de ducha.

Luego de terminar mi baño, puse crema en cuerpo y cara, me adentré en el vestidor y delante de mis ojos aparecieron cientos y cientos de vestidos, pantalones, tacones, remeras y demás...

Fui directo a la sección de vestidos aparte 3 todos de color negro pero con distintos diseños.

Al final me decidí por uno largo con tiras que hacen resaltar mis clavículas, un escote de corazón y aberturas en la parte de arriba de las costillas, pegado hasta los glúteos y después es holgado para dejar una pierna al descubierto donde pondré mi arma, mi cabello lo dejo suelto, solo pongo un poco de fijador en los mechones de adelante para que queden pegados detrás de mis orejas y el resto del cabello quede libre.

Para mi maquillaje me puse sombra negra en los ojos por la parte de arriba de los párpados y una línea también abajo, puse un poco de glitter en ellos y dieron un toque brilloso. Un poco de rubor para no verme tan pálida y en mi boca puse un brillo labial.

Lo único que me faltaba eran los tacones que estaban al lado de la cama y mis pendientes. Una vez tengo todo listo, salí directo a mi oficina.

Cogí mi arma y la guarde bien en mi pierna para que no se note.

Saliendo de casa veo que todos mis guardias están esperando para partir. Una vez nos subimos, partimos al salón donde se hacen este tipo de reuniones. No son necesarias las invitaciones, solo nosotros sabemos donde se hacen y cuando. Los guardias de las puertas del salón son siempre los mismos aunque roten, nos conocen a todos y a los que no conocen las caras como a mí, se conoce la cara de Gael.

- ¿Estas lista?- pregunta Gael una vez que llegamos.

Estacionó en la puerta y los demás atrás. Fueron bajando y se pusieron al rededor del lugar en puntos estratégicos.

Suspiré y asentí al mismo tiempo que hablo:- Si, vamos, es hora.

- Hoy se arma la gorda - dijo Gael, en su idioma natal, español.

Torcí la cabeza y lo miré con el ceño fruncido:- Algún día me enseñaras español maldito. Me puedes insultar y no se que me dices.

- Pues te jodes mamasita, aprende sola.- bajó de la Cadillac y abrió mi puerta.

Mis hombros estaban tensos pero la sonrisa de loca desquiciada sigue presente en mi rostro. Lo que va a pasar va a ser un suicidio mas o menos. Me verán la cara, asociaran quien soy y pondré en peligro a mi familia y a mi hijo. El único que me conoce realmente la cara es Enzo y solo espero con todo mi ser que haya decidido no venir a la Reunión De Clanes.

En las garras de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora