Mientras Claude y Anastacius usaban magia para matarse entre sí, la princesa Athanasia intentaba reunir gran parte de su poder para ayudar a su padre a darle un golpe final a Anastacius, y cuando por fin lo logró, un resplandor cegó a todos momentán...
Mientras Claude y Anastacius usaban magia para matarse entre sí, la princesa Athanasia intentaba reunir gran parte de su poder para ayudar a su padre a darle un golpe final a Anastacius, y cuando por fin lo logró, un resplandor cegó a todos momentáneamente distrayendo al pelinegro.
Y Claude aprovechó esa distracción.
Justo cuando parecía que la espada imbuida en magia por el rubio daría en su objetivo, Anastacius en el último momento hizo uso de la magia negra restante en su cuerpo e intento contrarrestar tal poder dirigido a él. Aunque no hubo ninguna herida a simple vista, la sangre bajaba lentamente de la boca de Anastacius hasta su mentón.
Y en un instante a la vista de las personas que lo rodeaban, desapareció. Ese día Anastacius se dio por muerto en el Reino de Obelia y fue un alivio para todos. Por otro lado, Anastacius no estaba muerto, pero tampoco estaba en el mundo en el que originalmente vivía.
Sin saberlo, en ese extraño mundo se vería enredado con cierto chico peliplata, su nombre era Zero.
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Nada.
No sentía nada, no podía ver nada. Su mente estaba en blanco y la magia en su interior parecía haberse agotado, no sentía ni una chispa de esa magia negra que tantos años estuvo en su interior.
¿Había muerto?
Lo más probable era, sí.
Pero algo en él le decía que no, que no pudo morir así como así, él había detenido a tiempo el golpe mortal de Claude.
La cabeza de Anastacius dolía solo de pensar en todo lo que había pasado, casi había logrado su objetivo... era una lástima.
Antes de que siguiera pensando, su mente comenzó a aclararse.
Voces.
Risas.
Murmullos.
Pisadas.
Un golpe.
Gimió un poco por la sorpresa al sentir una patada en el abdomen y más risas comenzaron a escucharse a su alrededor.
—¿Cómo es que un noble terminó en este lugar?
—¿Un noble?
—Por supuesto, solo mira su vestimenta y su aspecto, no necesitas más para saber que se trata de uno de esos presuntuosos.
La burla y el desprecio estaban presentes en esa voz.
—Por el momento te has salvado, creo que este tipo en el suelo puede ser más divertido que tu.
—C-creo que no...
—Cierra la boca si no quieres que me divierta con los dos al mismo tiempo.
