Noche tranquila, ambos chicos estaban durmiendo en la cama agarrados. Nuevamente Girlfriend se había fugado de casa por tal de estar con su amado en un día de lluvia.
A ella ni le importaba dos cosas. Que su novio tuviera los boxes rotos y que posiblemente no hicieron caso nada por estar tratando ambos de quitarse el agua antes. Un coche empapó a los dos sin ninguna piedad.
Eso no era lo malo de la noche, para nada, querían un momento de paz y tranquilidad junto a él. Ella decidió despertar luego de que su novio si dijera algo claro. El que hable en sueños es algo cuando menos curioso para la chica.
Cherry entre lagañas miraba con atención la cara del muchacho, estaba rojo a no más poder, incluso más que ella con piropos. Tenía una sonrisa boba en su rostro. ¿Era una gota de sudor? Bueno, realmente estar ambos ahí apegados con tanta manta era posible.
Se quedó escuchando a su amado por un momento, le parecía divertido verle tan método en sus pensamientos, más con la idea de que se estaba imaginando en una playa.
— No corras.... — Decía el muchacho algo corto — Estás muy lejos...
¿Quien sería? No era vidente pero se imaginaba de quién se trataba. Eso le hacía esbozar una sonrisa, ni en sueños la dejaba en paz.
— Estoy aquí amor.
Se le ocurrió decir a ver si pasaba algo. Para su sorpresa sí.
— Oh... Ahí estás... No corras... El sol pega mucho... ¿Cómo corres tan rápido?
Reía en bajo la chica para acariciar un poco a su chico. Se llevó una sorpresa al hacerlo, está abrió más los ojos para buscar esta vez un termómetro. Se lo puso con cuidado en la axila del chico hasta que que pito un poco.
— Tiene la cabeza ardiendo.
Allí se agustio un poco la chica aún mirando a su compañero. Pero no era momento para lamentarse.
— Que hacía mi madre en estos casos...
La chica dudo un momento, realmente nunca le pasó algo así, no es como si los demonios se enfermen. Incluso ya se puso en lo peor, no sabía muy bien como era una fiebre humana.
La chica se desesperaba un poco, igualmente pensó en alguien que quizás sí le dijera algo. La muchacha marco con ciertos ojos cristalinos a Pico.
— Qué coño ¿Qué quieren a estas horas? La gente duerme. — Lo tomo al momento, se notaba que el muchacho no podía dormir, igualmente se aclaró la garganta — Oh eres tú mocosa... ¿Qué pasa? ¿Necesitan condones o algo?
— Pico, Bernardo está enfermo — la chica trataba de susurrar para no despertarle — ..Tiene la frente que quema, esto no me había pasado antes.
El sicario al escuchar esto pareció que se le quitaron las ganas de bromear, se notaba más comprensible con la muchacha. No entendía muy bien todo el asunto de ser engendros, pero si entendía que su ex necesitaba ayuda.
— Seguro que fue por el tiempo... Escucha, ve poniendo un paño mojado en la cabeza, iré ahora a una farmacia. De todas formas no tengo nada mejor que hacer. Ahora te veo. — Con eso corto la llamada.
Cherry se levantó para ir al baño, mojo un paño en agua fría. Eso debía bastar según las indicaciones que le dio.
Se la colocó mientras suspiraba. El de cabellos azules se movía algo molesto, igual la joven dio un ligero beso para que así se calmara.
Trato de pensar un poco, luego destapó al chico. Allí estaba durmiendo en calzones y camisetado. El aire le hacía erizarse el menor.
— Mejor una manta...
Al menos esta tranquilo el chico. Igual, este seguía hablando en sueños.
Puesto que no debía despertarlo, ella se sentó a un lado de la cama para hacerle compañía.
— Estás tan lejos... No te alejes mucho de la orilla.
Era curioso que su chico fuera así con ella, viendo ahora todo esto se sentía una mala persona. Si fuera la mejor no debió ceder en primer lugar ir hoy a rapear.
Se abrazaba un poco las piernas mientras esperaba a que el sicario viniera.
— Cherry... Sabes... Te ves muy bonita... Estas tan... Tan... Radiante... A penas con el... Sol... Te puedo... Ver. — El chico fuera de moverse un poco, se veía que estaba satisfecho con eso que vivía.
La muchacha acarició un poco la mejillas del joven, este con la cabeza de apegaba, realmente contento. Como si eso fuera de ayuda.
Justo en eso noto la chica que tocaba a la puerta. Era Pico, justo a tiempo. Ginny le recibió con los brazos abiertos.
Pico le parecía un tanto exagerado que la joven viera esto como si de un balazo se tratase, igual estaba el pecoso para arreglar la situación.
— Mira... Cuando se despierte le das esto y... — Ver a la joven de esa manera en parte le provocaba, pero necesitaba aclarar las cosas, no quería un berrinche a estas horas — Tranquila, esto es normal, él se pone malo con frecuencia y sigue vivo, esto se le pasará cuanto tomé esto, no hace falta que llores, está bien Bernardo.
— Gracias por venir Pico.
Abrazaba suavemente al de ojos sin color, este correspondió aquel afecto.
— Bueno, recuerda cambiar el paño de vez en cuando.
Estaba por irse cuando está la detuvo.
— En serio,gracias.
Pico solo tomo la mano, la acariciaba un poco para esta vez acompañarla a dentro. Fueron ambos al cuarto.
— Muy bien, parece que está en buenas manos.— Comentó al ver a su ex-novio con cara de serenidad. — Ves, no pasa nada. Me quedare aquí contigo.
Eso le hizo feliz, los tres estaban en el mismo cuarto pasando la noche, aunque al final, solo la demonio se quedó despierta hasta el final.
La chica acariciaba a los dos mientras daba una ligera nana.
Así fue una noche de lluvia.
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Adicto a ella
FanfictionLa increíble pero raras historias sobre una demonia culona y el imbécil de su novio.