Taichi y Meiko, El recuentro. Una ero-historia

Capítulo XII- final de año en Hokkaido parte 2

En Otaru, el suelo estaba cubierto por una ligera capa de nieve producto de la nevada anterior, lo que no impedía que hubiese mucha gente en las calles. 

Al llegar a la estación de Minami se despidieron de Himura Yoshi, quien iría a ver a su familia, ya que eran originarios de ahí.

Sora y Meiko estaban muy emocionadas por conocer el Museo de Cajas Musicales de Otaru, famoso en la ciudad. Construido en el año 1902, el edificio contaba con alrededor de 25.000 cajas de música en colección. Pero cuando llegaron todavía estaba cerrado, por lo que decidieron volver más tarde.

En su lugar, fueron al Snoopy Cha-ya donde disfrutaron de un postre adornado con la cara del popular personaje. De ahí continuaron hacía el Kitaichi Venezia Museum y aprovecharon para tomarse una foto en ropa veneciana del siglo XVIII. Sora y Meiko se vieron hermosas en sus trajes y convencieron a los chicos de probarse uno también.

Al salir de allí vieron varias tiendas de sushi, muy reconocido en aquel sitio, pero no entraron por falta de dinero. Caminado en las calles del Denuki koji se dividieron, quedando Taichi y Meiko solos. Aunque habían querido tener esa oportunidad desde su salida del hotel, no se dijeron nada durante un largo periodo. Recorrieron el canal en silencio hasta llegar a un parque,  pues creyeron que seria mejor no ir muy lejos.

―¿Crees que ya haya abierto el Museo de las Cajas Musicales?―le preguntó Taichi.

No entendía por qué de pronto le costaba tanto hablar.

―¿Recuerdas tu primer sueño del año?―le preguntó Meiko luego de una pausa―. Dicen que el primer sueño que tengas definirá tu suerte el resto del año. Yo no logró ni recordar lo que comí ayer―rio―, pero recuerdo el sueño que tuve esa vez. Soñé con Meicoomon. Yo era pequeña y recolectábamos juntas moras en el bosque, pero Mei-chan se perdió y la busqué hasta la noche. Cuando pensé que todo estaba perdido, algo se movió entre los matorrales.

Al decir esto, Meiko cambió su semblante y le dirigió a Tai una falsa sonrisa.

―Sin embargo, no logro recordar qué ocurrió después ¡Qué tonta!, ¿no crees?

―¡No!―gritó Taichi. No le gustaba cuando Meiko hablaba sobre sí misma de esa manera.

―Lo siento, te hice enojar―se disculpó ella.

Taichi quiso explicarse, pero en ese instante sonó su celular, era Sora. Los estaban esperando en el Museo de las Cajas de Música.

No tuvo otra oportunidad de hablar con Meiko por el resto del día. Al llegar al museo esta se entretuvo mirando las artesanías y al atardecer  fueron a cenar en casa de los Himura. La mamá de Yoshi les había preparado un menú variado con los alimentos típicos de Otaru.

Regresaron a Sapporo casi a las siete y allí Taichi y las chicas echaron un vistazo a los conciertos del festival mientras Knife of Day ensayaba.

El día siguiente no fue diferente. Era 31 de diciembre y también el día de la presentación de Yamato, por lo que este y sus amigos casi no estuvieron presentes.

―¿Y bien?―preguntó Sora luego de comer―¿han pensado en como pasar el rato antes del concierto?

Pero al notar que Meiko y Taichi se sentían incómodos, buscó una excusa para estar a solas con este último.

―¿Pasó algo entre ustedes?―lo interrogó.

Taichi entonces le contó brevemente lo que había ocurrido en Otaru.

―Ya veo―exhaló Sora cuándo terminó.

―Contigo es muy fácil hablar, pero cada vez que quiero decirle a Meiko como me siento, termino diciendo algo estúpido.