Aria
Me despierto al escuchar como alguien pica al timbre, ignoro el sonido porque doy a entender que abrirá la puerta o mamá o papá así que vuelvo a concentrarme en dormir un rato más, pasa un minuto aproximadamente y vuelvo a escuchar que vuelven a picar así que caigo en cuenta que mis padres ya se habrán ido, eso significa que tengo que bajar a abrir.
Me pongo las chanclas de verano que es lo primero que he visto y bajo, me sorprendo a la hora de abrir la puerta porque no me lo esperaba.
- Buenos días Aria.- veo a Spencer dándome los buenos días alegre, me fijo en que lleva dos cafés en las manos.
- Guau, que sorpresa Spencer, no te esperaba aquí.- digo sonriendo.
- Bueno es que me apetecía venir a verte y así te cuento una cosa.
- Pasa.- me echo a un lado dejándole pasar mientras yo cierro la puerta.- lo siento por haber tardado en abrir es que pensaba que abrirían mis padres, pero resulta que ya se han ido.
- No, no importa he pensado que a lo mejor estarías dormida por eso tampoco e insistido tanto.-
- Siéntate en el sillón si quieres mientras.-
- No, da igual tengo que ir a hacer ahora unas cosas, pero antes he querido pasar a hablar contigo.- noto como está algo más nervioso de lo normal, pero no le doy importancia.- Por cierto te he traído un café.- me dice sonriendo mientras me extiende el café el cual cojo.
- Si, claro dime, gracias por el café por cierto.
- Denada no hay de qué.
- Por una parte lo que te quiero decir es bueno y por otra es malo.- me dice ahora cogiéndome las manos. La verdad no me imagino nada que pueda decirme, pero al decirme eso me pongo algo nerviosa.
- No me asustes Spencer.- digo.
- No, tranquila.- empieza a decir.- ya sé que acabamos de empezar una relación tú y yo la cual me encanta y me molesta bastante decirte esto, pero obviamente té lo tenía que decir por qué es algo donde se nos implica a los dos.- me tenso un poco al escuchar lo que me dice y lo único que se me pasa por la cabeza es que me va a dejar.
- Spencer me estás poniendo nerviosa.- es lo único que me sale decir.
- Tranquila.-
- Como quieres que esté tranquila cuando me dices que hay una noticia buena y otra mala y empiezas así.- digo mirándole a los ojos y me fijo en sus ojos donde veo preocupación.
- Aria.- veo como baja un momento la mirada hacia el suelo.- Es solo que me han ofrecido una oferta de trabajo donde me ascienden de puesto.- al decir eso se nota más nervioso de lo que estaba antes.
- Dios, eso es una muy buena noticia, me alegro mucho por ti.-
- Si, lo malo es que es en Nueva York.- abro un poco más los ojos de lo normal, ya que no me esperaba que me dijera eso.- eso es lo malo que tengo que irme a Nueva York.-
Me alegro muchísimo por él porque le asciendan, pero no me esperaba para nada que me dijera que tiene que irse a vivir a Nueva York, bueno no me ha dicho que tenga que ir a vivir, pero obviamente que si va a trabajar allí tendrá que mudarse. Así que como no me lo esperaba me pone mucho más nerviosa de lo que estaba, así que suelto lo primero que se me pasa por la cabeza.
- Entonces lo que me decías antes era que quieres dejar lo nuestro no.- pregunto ahora algo más nerviosa, veo que ante mi pregunta frunce el ceño dudoso.
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Sensaciones entrelazadas
Teen FictionUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...