𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒍𝒆𝒂𝒗𝒆 𝒎𝒆 | 𝑯𝒊𝒔𝒐𝒊𝒍𝒍𝒖

9.

La enorme cantidad de ropa estaba postrada en su cama, colores brillantes y colores oscuros dominaban en su vista.

— Joven amo, si me permite decirle, la yukata azul también se le vería bien.

— Hisoka me dijo lo mismo.

— El joven Morow sabe muy bien de moda, creo que está bien que tome sus consejos.

— No quiero maquillarme.

— No es necesario, joven amo. El joven Morow lo hace por gusto y realmente solo puede obtar por lo que le guste.

— Bien, esperaré a que llegue para que me diga que vestir.

— ¿Está seguro joven amo?, El joven Morow no dijo una hora de llegada, por ende no sabemos cuándo llegará.

— Yo lo esperaré.

— Perfecto, me retiraré, con su permiso.- El hombre de traje salió de la enorme habitación haciendo una reverencia.

El pelinegro no tenía el lujo de esperar a su compañero, tal vez era impaciencia, realmente no sabía cómo llamarlo, de igual manera quería ver al mago frente a él en ese justo momento.

Sacó su celular y rápidamente, entró al chat con el anterior mencionado, y sus dedos no tardaron en teclear un mensaje.

Illumi Z.:

Hisoka, te estoy esperando.

Hisoka M 🃏:
Hey~
Enseguida llego, Illu.
¿Ya me extrañas?

Illumi Z:

No, no te extraño, solo ven ya.

Hisoka M 🃏:
Nah, yo creo que si me extrañas ♥️

Enseguida llego~

Apagó su celular y lo dejó en el peinador que se encontraba frente a él.

Movía sus dedos en la superficie de la madera, con ese sentimiento de impaciencia, el cual no se había desvanecido desde que escribió el primer mensaje.

Pasaron diez minutos y su compañero colorido no estaba nisiquiera en la entrada, los mayordomos se encontraban atentos a la llegada del hombre, pero al parecer se había distraído en su camino.

El pelinegro con ahora una carente paciencia salió al enorme jardín, y se sentó en las flores que al pelirrojo más le gustaban. Eran como él, rojas, delicadas, elegantes y extravagantes.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dió cuenta que alguien estaba parado frente a él, haciendo sombra a su cuerpo, no tuvo tiempo de reaccionar ya que la mano de la persona frente a él, hizo contacto con su cabeza, acariciándola.

Era él.

— Tan impaciente estabas de mi llegada, ¿eh?

— Te tardaste mucho.

— Tomaré tu respuesta como un sí. Me tardé lo de siempre.

— Tardaste más.

— Ouh, alguien está molesto. Pero ya estoy aquí, perdón si tarde más, Illu~

El pelinegro sabía que se había tardado lo de siempre, habían sido los 25 minutos de recorrido hasta aquí, pero por alguna razón quería que él hubiera apresurado su paso.