Siempre volveré a ti.

CAPÍTULO 6: Nueva amiga

Julieta.

Salgo de la ducha y veo que Iván ya no está.

Seguro bajó a desayunar.

Siento que esto ha sido el doble de duro para él.

Hace dos años, lo ví desilusionado y enojado con el mismo por idiota.

Le gustó una chica que tuvo al frente de sus narices por más de cinco años y cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde. 

Lo repito.

Todo por idiota.

Ella estaba un curso por encima de mí y la verdad es que no era exactamente popular.

Y el menso de mi hermano tenía estándares muy superficiales. 

No lo culpo. Salío con la chica más linda del colegio en su primer año y eso le dio popularidad por asociación. Sobra decir que Bianca era una completa perra que lo engañó durante el año que estuvieron juntos. No con uno, no con dos, fueron más de cinco personas con las que lo engañó.

Luego viene Meredith. Quién también era una de las chicas más populares, y aunque no lo engañó, era una persona celosa, posesiva y tóxica. Rompían todo el tiempo. Y luego ella lo dejó por uno de sus amigos. 

La única persona que ha sido una buena elección, ha sido Anahí. Era inteligente y amable, y aunque no era exactamente la definición de belleza, era linda. 

Pero para Iván no era suficiente. Se volvió un superficial, y cuando se dió cuenta de su error, ya era tarde. Ella cambió mucho, físicamente hablando, durante su último año. Iván ya se había ido con mamá para ese entonces, pero yo seguía en la secundaria y la ví. Nunca hablamos, pero sabía que le gustaba a más de uno.

También supe que su novio, Francis, había roto con ella por alguna extraña razón. En el colegio rumoreaban sobre su sexualidad, digo, ¿quién hace eso en el siglo 21? Pero cuando estuvo con Anahí, los rumores cesaron. Supuse que era una máscara. Ella lo quería y lo sé porque la vi salir llorando a su casa, un día antes de que la bomba sobre su rompimiento estallara.

Se lo dije a Iván y el idiota me respondió con un "Que me importa" . Luego no la vi con nadie más. 

Salgo de la habitación de las gemelas, vestida con unos jeans y una sudadera sencilla. Al salir, veo a Iván parado en el umbral de la puerta de la habitación de Anahí.

"Ay, hermanito" 

Me acerco en silencio y veo cómo saca una foto de Anni mientras ella está distraída.

- ¿Qué estás mirando, pervertido? - le digo y se voltea haci mí, asustado.

- Nada - dice. Miente, lo sé. Es obvio.

- Aún te gusta, ¿cierto? - decido no darle más vueltas. Mi hermano siempre ha sido sincero conmigo.

- Algo - dice cortante. 

Estoy por decirle algo, pero Anahí se fija en nosotros y habla.

- Hola - dice sonriente - ¿Todo está bien?

- Si - dice Iván y se va.

Pongo los ojos en blanco.

- ¿Está bien? - dice Anni ante la reacción de mi hermano.

 - Si - digo - Es solo que ha sido una semana difícil.

Y vaya que lo ha sido.

 Anahí me dedica una sonrisa. Esta chica tiene un don para hacerte sentir mejor con solo una mirada o una sonrisa.