De la Noche a la Mañana

Cap.1- Un desconocido para conocer.

Era una noche de otoño, Riam estaba acostado en su cama, mirando el techo. No quería dormir.

No podía dormir.

Desde hace unos años había estado teniendo pesadillas, todas las noches. Siempre soñaba lo mismo.

Flotaba en el espacio, con mucho frío, con el miedo persistente de quedarse sin aire, lejos de los planetas, lejos de su mundo, y aunque la vista era hermosa, daba demasiado miedo, estaba sólo. Odiaba estar sólo.

Esa misma noche, pasó algo inusual, su padre, como siempre, estaba en un burdel, su madre trabajaba. Y ¿Él? Bueno, no tenía intención de volver a soñar, por lo menos...no ésta noche.
Se levantó, se puso sus zapatos, tomó su abrigo y salió de la casa.

Aún no conocía las calles, por lo que rápidamente se perdió. Llegó a una especie de bosque, con un camino de tierra, pensó que era ese pequeño bosque donde su padre lo llevaba para pasar el día mientras su madre no estaba. Pero al parecer no lo era.

Riam caminó hasta llegar a un pequeño lago, le pareció bastante hermoso, la luz de la luna se reflejaba en el agua cristalina, mientras tenía unas pocas hojas secas que se habían caído de los árboles. Rojo, amarillo, naranja, eran los colores que flotaban en el reflejo del cielo. Realmente algo extraordinario.
Se sentó cerca del lago mirando la nada, pensativo. Pronto, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos. No se sentía querido, y le dolía.

Por otro lado, había una persona mirándolo desde no muy lejos, interesado. ¿Qué hace un niño tan pequeño en un lugar tan peligroso? Y es más, parecía estar llorando, ¿quizás estaría asustado?
El hombre se acercó. Por temor a asustar más a su contrario, caminó con cuidado, haciendo un leve ruido para que lo escuche y así no se asuste de más cuando se acerque.

Riam escuchó unos pequeños ruidos, por lo que, asustado de que fuera su padre, se dió la vuelta rápidamente, viendo que era un desconocido se tranquilizó un poco, pero seguía alerta. —¿Q-Quién es usted?—

—Tranquilo, no tengo intención de hacerte daño, vi que estabas sólo, así que pensé que te habías perdido... —El hombre, temeroso de que en cualquier momento huyera, detuvo su paso.—¿Dónde están tus padres? ¿Qué haces sólo por aquí a ésta hora? ¿Nadie te dijo que es peligroso?—

—Hum...yo...salí de casa sin permiso...no quería dormir y no podía quedarme ahí...—

—¿Eh? ¿Por qué?—Preguntó con desconcierto.

—Mi padre...cuando llega a casa llega con mujeres extrañas, se escuchan ruidos raros cuando se encierran en su habitación, y a la mañana siguiente, mamá se enoja y se desquita conmigo... —

—Uh....Entonces, no quieres volver?—Preguntó con cuidado.

—¡No, para nada! P-Por favor no me obligue...—

—Está bien, está bien...—El hombre se agacha a la altura de Riam y sonríe levemente —¿Cómo te llamas?—

—R...Riam—

—Oh, lindo nombre Riam. Yo me llamo Amire—

—A-Amire?...Es...como el Dios? —

Amire sonríe mas profundamente al escucharlo.—Si, mm aunque en realidad...—

Unos pequeños ruidos se escuchan entre los árboles y los arbustos.

—...Oh, sería mejor irnos, éste lugar, aunque hermoso, es peligroso... —

—Ah....b-bien