La Boda

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El gran día por fin había llegado, Venus se encargó personalmente de que todo estuviera perfecto ya que Hanna había enloquecido los últimos dos días.

El sol brillaba por las calles de NY mientras Venus caminaba de vuelta a su hotel luego de pasar unas horas en el salón de belleza para que la peinaran y le hicieran las uñas.

Una vez dentro de la habitación saco su vestido para cambiarse cuando el teléfono sonó

- voy a vomitar
- Veo que estas manejando muy nervios - respondió venus mientras reía - no hay de que preocuparse Hann, todo va salir bien
- ¿Y si James no llega?
- Hanna ese hombre te ama, no vive sin ti ¿por qué te dejaría plantada?
- Espero por su bien que no lo haga porque te juro que lo mato yo misma ¿Ya estas lista? Quiero que llegues rápido
- Estoy a punto de entrar en el vestido y Thomas me viene a buscar en unos veinte minutos
- y supongo que también te irá a dejar en la noche
- Hanna...- dijo en tono de advertencia pues sabía dónde iba su amiga con eso
- solo me preocupo por tu seguridad no quiero que estes caminando por ahí sola
- claro que sí, me imagino que es por eso. Te voy a dejar, llego en veinte minutos te quiero
- sabes que no puedes evitar el tema por siempre
- adiós, Hanna

Dejó el teléfono sobre la cama y se cambió el vestido, se puso los tacones y un collar que iba a juego con sus pulseras y aros, caminó hasta el espejo para chequear que todo se veía bien, y ahí estaba, el tatuaje que su vestido dejaba ver a la perfección, ese que simbolizaba una especie de unión entre ella y Thomas.
El sonido del teléfono la distrajo de su pensamiento, era él avisando que ya estaba abajo. Tomó su cartera y salió rumbo al ascensor.

Thomas dejó ver una sonrisa enorme en cuanto la vio salir, pensó en lo radiante que estaba en ese vestido.

Mia corrió a saludarla
-Venus! Te ves muy linda, pareces una princesa
- Hola pequeña! - dijo mientras la abrazaba - tu si pareces una princesa hermosa
- Hola!
-Hola! Espero no haberte hecho esperar demasiado
- valió cada segundo, te ves hermosa

Venus sonrió ante el cumplido
- gracias

Le abrió la puerta del auto para que subiera y luego dio la vuelta para entrar el, una vez listos partieron al lugar del evento.

El lugar de la ceremonia era hermoso, claramente se habían preocupado hasta del más pequeño detalle para que todo estuviera perfecto.

El gran momento llegó, los invitados tomaron asiento y la música comenzó a sonar.

Primero entro James acompañado de su mamá, luego Maxi y Mia caminaron dejando pétalos en el pasillo, Venus y Thomas avanzaron tomados del brazo hasta llegar al altar donde cada uno tomó su lugar y por último Hanna, quien estaba radiante de blanco.

Una vez que llego al altar todos tomaron asiento y la ceremonia comenzó.

- Estamos hoy reunidos para presenciar la unión de este hombre y está mujer, una unión que será cuidada día a día por su amor, compromiso y lealtad. Será bendecida y protegida para que su camino siempre esté iluminado

Mientras la ceremonia avanzaba Venus no puedo evitar preguntarse como hubiera sido su boda. Si el accidente nunca hubiera ocurrido. Seguramente Emily se hubiera robado toda la atención con la entra y un gran discurso ya que así era ella. Sonrió ante la escena imaginaria y miro a Thomas quien la observaba con brillo en sus ojos, no hicieron falta palabras para saber que ambos pensaban en lo mismo.

- muy bien procedemos a la postura de anillos

Thomas le entregó el anillo a James y Venus repitió el acto con Hanna.

James tomo la mano de Hanna y puso el anillo cuidadosamente
- Hanna toda mi vida siempre sentí que iba a mil kilómetros por hora sin ninguna preocupación, sin que nada me importara, hasta que tu entraste en ella como un rayo de luz, cambiaste todo, me mostraste lo hermoso de cada detalle en el día a día, en ti encontré a una amiga, una compañera y el amor de mi vida. prometo amarte cada día, llevarte el desayuno a la cama y dejarte el último pedazo de pastel, ser tu hombro en los momentos tristes y festejar cada uno de tus logros. Prometo serte fiel cada día de mi vida aun cuando la muerte nos separe, estar contigo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y pobreza porque mientras seas tu quien despierte a mi lado sé que todo estará bien.

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