❛ THE ONE THAT GOT AWAY ❜

ー 安全な場所 ❜

CHAPTER 1. ノーマン ✿𝆬 ^
" un lugar seguro "

❛ en verano fue cuando te conocí ❜

Un largo y sonoro suspiro salió de los labios de la fémina de cabellos negros, con ambas manos cubrió su rostro intentando mantener la poca cordura que le quedaba.

Era verano y las voces en su cabeza cada vez eran más fuertes.

Llevaba semanas encerrada en aquel cuarto junto con otras 3 personas.
Cislo y Bárbara con quienes había crecido en Goodwill Ridge.
Zazie, un niño nacido en Lambda y que por ende nunca había salido de aquella plantación y Vicent, éste último era el que más salía de ése oscuro cuarto, justo cómo ése día, él no estaba allí.

Vicent era el único que había tenido la dicha de conocer antes al que sería su salvador.

ー Barb. ー Hallie llamó a su hermana mayor.

ー No me llames así, Hallie. ー Una mueca de disgusto apareció en el rostro de la más pequeña.

Extrañaba a la persona que Bárbara solía ser.

ー Bárbara, sólo te está hablando, no hay necesidad de que le hables así. ー Cislo regañó a la de mechones rosas. ー ¿Qué pasa pequeña?. ー Volteó a ver a su hermanita menor.

ー Es verano. ¿Recuerdas cuándo jugábamos todos en el bosque?. ー Después de hablar Hallie se arrepintió de lo que había dicho por lo que negó con la cabeza restandole importancia a la conversación que ella misma había iniciado.

ー Hey. ー Intentó animarla. ー Cuando salgamos de aquí... ー Bárbara interrumpió al de cabellos negros.

ー No saldremos de aquí. ー Una mirada asesina fue lo que se llevó como respuesta de los otros experimentos. ー ¡¿Qué?!. ー Espetó con molestia. ー No puedes darle falsas esperanzas.

ー Bárbara, déjala en paz. ー Cislo murmuró. ー Déjala vivir en su mundo, aunque sea falso sólo déjala en paz.

ー ¿Qué quieres qué le diga?. ー Espetó con una sonrisa cínica. ー Oh pequeña Hal, nunca saldremos de aquí así que comienza a hacerte a la idea de que morirás aquí, tarde o temprano todos lo haremos porque esos desgraciados siguen utilizándonos como ratas de laboratorio. ー Murmuró fingiendo una voz dulce. ー ¿Así está bien? ¿Zazie, Cislo? ¿Lo dije bien? Hallie, cielo, ¿Entendiste mejor con palabras bonitas?. ー Su mirada se posó en la menor quien la veía con el ceño arrugado.

ー Bárbara, basta. ー Cislo ordenó y antes de que pudiera seguir hablando Hallie se unió a la "discusión".

ー Bárbara, sé que todos moriremos aquí pero me gusta mantenerme cuerda pensando que no será así, perdón por hacerme falsas ideas es sólo que no quiero terminar loca, no cómo tú. ー Le sonrió cínicamente y los varones la voltearon a ver sorprendidos.

Sin nada más que decir la pequeña de casi 12 años se giró con la vista hacia la pared para evitar que la discusión creciera.

Antes de que alguien dijera algo más, una fuerte explosión hizo que todo el lugar retumbara, todos los experimentos excepto Hallie se pusieron alerta pues podía ser alguna invasión.
Por un tiempo nada interesante pasó hasta que la puerta de metal se abrió, un chico alto estaba del otro lado junto a Vicent, gracias a la fuerte luz roja que estaba detrás de él no se distinguía su rostro pero parecía un ángel, o tal vez un demonio.

ー Vengan. ー Extendió su mano a los que estaban dentro, todos lo veían sorprendidos.

Tenían una esperanza.

ー ¿Eres... Dios?. ー Bárbara, con los ojos más que abiertos preguntó al mismo tiempo que tomaba la pálida mano del albino para que después Zazie y Cislo se levantarán del suelo por su propia cuenta, la única que ni siquiera se movió fue Hallie.

ー Oye... ー Se agachó a la altura de la más pequeña para poder retirar el cabello que había en la cara de la niña dejando a la vista su rostro. ー ¿Qué pasa...? ¿No quieres salir de aquí?. ー No hubo respuesta, Hallie sólo lloraba.

Había estado desesperada, quería salir de ahí, dejar de sufrir. Ella quería vivir.

ー ¿Qué pasa...? ー El entrecejo del albino se arrugó con tristeza para después abrazar a la chica y apegar su cabeza a su pecho por unos segundos hasta que se tranquilizara. ー Salgamos de aquí. ー Con sus grandes manos tomó las mejillas de la niña, secando las lágrimas que caían sin control y al mismo tiempo le obligó a verlo. ー ¿Si?. ー Cuando la fémina asintió Norman sólo sonrió.

Con delicadeza tomó la mano de la contraria para que salieran juntos de ése infierno, en ningún momento se separó de ella y mucho menos soltó su mano.

Encontraron la tranquilidad que tanto habían estado buscando, un lugar seguro, un cielo en el infierno en el que estaban, un lugar al cual pertenecer, eso era lo que significaban el uno para el otro.

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