Capítulo 21

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Inglaterra, Montrose house

Tengo tanto en que pensar. Los Taylour y Hamilton se fueron cada uno a su casa, Ryan está examinando el cuerpo de mi hermano, lo va a preparar para poderlo llevar a Escocia donde están todos nuestros ancestros. No he querido verlo; pero debo hacerlo. De todo lo que tengo pendiente... no sé por dónde empezar, debo organizarme... Justin y Gilmer están al frente de entrevistar a los empleados contratados por mi tío, muy seguros no los contratemos o quedaran muy pocos. Mañana a primera hora deberé hablar con ellos. Mi madre no regresó a la habitación, ha permanecido a mi lado, apoyándome ante los nobles que no me conocían como un Grant, menos como el nuevo duque de Montrose. Mañana estaré en boca de todo Londres.

Nos Despedíamos de los duques de Cambridge; al menos su esposa no demostró asco mientras le daba el besa manos como lo hicieron otras nobles... y debo buscar esposa entre esas damas.

—Milord, espero verlo en su silla en la cámara de lores.

—No le prometo nada en este mes, pero si estaré el otro. Que tenga buena tarde milord —un par de inclinaciones más y ya solo quedaba el general Ross y la madre de Ryan quien esperaba a su hijo para regresar a su casa.

—¿Podemos hablar un momento su excelencia? —lo miré. Lady Casey tomó de la mano a mi madre, ha permanecido en silencio. La vi sentarse al lado de Lady Christine. Conduje a Lord Ross hasta el despacho, ingresar al lugar donde mi padre pasaba largas horas de trabajo, este lugar al igual que en el Castillo fueron sagrados para él, la sensación fue un golpe fuerte, una fugaz imagen de él sentado en su lugar, Cedric y yo en las sillas de al frente.

—Milord, ¿nos podemos sentar en lo muebles?

—Claro. Iain debes hacerte a la idea de sentarte en ese puesto.

—Lo sé, por ahora quiero tener mi propia aceptación. ¿Quiere beber algo?

—Un whisky está bien —afirmé, me dirigí al lugar donde estaban las bebidas, le serví, yo no tomaré, siento que devolveré cualquier cosa que ingiera—. Gracias —se bebió un par de tragos, me senté al frente. Cualquier cosa lo tomaré como un concejo dado por mi padre, tanto él como Lord Robert eran sus mejores amigos.

—Soy todo oídos milord.

—Iain, no te molestaré mucho hijo. Primero mi condado te apoyará siempre, se lo dije a tu padre, luego a tu hermano, ahora te lo ofrezco a ti.

—Gracias milord, usted sabe perfectamente la situación, no quisiera que lo tengan en la mira.

—Yo me encargo de la seguridad de mi familia, tranquilo. Mi temor y de hecho la razón por la que quise hablar contigo fue por lo que le dijiste a tu tío.

—¿Sobre qué específicamente?

—Te fuiste de frente, le diste a entender que ellos fueron los asesinos. Es un arma de doble filo Iain. Me gustaría saber tus razones.

—Para que nos dejen tranquilos —afirmó—. Usted está enterado de muchas cosas, pero ellos al verse intimidados a que podría comenzar a seguirlos los voy a desestabilizar y eso hará que cometan algún error. Además, también me garantiza el tiempo necesario para buscar una esposa —bajé la mirada.

—En un mes es la temporada y conoceremos a las nuevas beldades —al decir eso, el rostro de Lady Hamilton vino a mi mente, es la niña más linda que he visto y cuando me miró directamente... sentí... — ¡Iain!

—Lo siento.

—Te entiendo hijo, me gustaría decirte que te tomaras unas semanas, pero tiempo es lo que no tienes.

Apariencias - ¡Mírame...! No podrías amarme (libro 1).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora