▸ wheelchair.♡ soojun !!

→Wheelchair.

⚠️Temas delicados, todo es ficción.

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ㅡSoobin cariño... te traigo tú comida ¿Podrías abrirme?. ㅡ Mí dulce Omega estaba de nuevo, tras la puerta de mí oficina para que pueda volver a comer con él, tal y como antes. Pero él no entiende la vergüenza que me provoca el que me vea así. En una silla de ruedas.

Yeonjun, mí otra mitad; viendo cómo el alfa que prometió que siempre lo cuidaría. Está sentado, sin poder bañarse por si mismo y Sunoo. Mí lindo cachorrito que ya no estaba con nosotros por mí culpa.

¿Tan estúpido soy? No pude evitar que mi hijo falleciera al momento del impacto, y mí esposo se rompiera las costillas y cuello. Ellos están lastimados, todo por qué no quise escuchar.

Ese día era nuestro aniversario. Quisimos que fuera especial e ir a cenar los tres juntos como familia, yo llegué tarde al restaurante por una junta de trabajo, la reservación para tres se canceló y solo comieron mi hijo y esposo.

Cuando llegué al restaurante, estaba estresado, Yeonjun se molestó conmigo por no llegar a tiempo y Sunoo no dijo nada.

De regreso a casa, en el auto. Seguimos discutiendo, yo levanté la voz descargando mi enojó con mí pareja, mi cachorro traía puestos sus audífonos mientras dormitaba, así que supuse que no nos podía oír. Al menos no con claridad

Reproche cosas que no tenían sentido, como el que mis camisas no estaban bien planchadas. Las bolsas de los sacos tenían papel dentro y un montón de estupideces. Yeonjun no se quedó callado y también dijo cosas que le molestaban, el porque nunca podía estar con ellos como la supuesta familia que éramos, sin pensarlo ni sentirlo comencé a subir la velocidad de la camioneta, como si solucionará algo con eso. Hasta que dijo algo que hirió mi ego de Alfa y sin pensarlo, hice algo que prometí nunca hacer.

Él me dijo que ya ni siquiera lo tocaba, que no había ni renovado su marca, y el último orgasmo que había tenido no fue gracias a mí, si no a sus dedos.

Mí lobo explotó en ese momento, utilicé mí voz de mando con él, al parecer eso no me bastó. Y lo golpeé.

Le dí una cachetada ordenando que se callara, susurro mi nombre con su voz rota. Sujetando su roja mejilla. Cuándo reaccioné y ví como lo había lastimado, escuché un claxón. El fuerte grito de mí hijo y en el ruido de otro auto chocado contra nosotros. Sólo sentí el fuerte dolor de nuestro lazo familiar, el sufrimiento de mi marido y cachorro. La tristeza de mí Omega por todo, por nuestro hijo, por él mío y al final el suyo. Como si no importará, puede escuchar sus pensamientos y el quería moverse para tener bien a Sunoo. Su Omega aullaba de dolor aún resentido por oír mí voz de mandó, algo que nunca había echo.