Familia

Viaje a Japón parte II

Nota: las ideas de Daimyo y Eta son sólo tomar prestados los nombres de distintos estratos sociales de Japón. Imaginarios.

.---------------------------------------------------------

Con tres etiquetas de cinco, ahora debían viajar hacia el sur. Aunque ya se conocían, Blackstar no debía confiarse que el papá de Tsubaki prestara su apoyo frente al Daimyo del lugar. Arrastraron las maletas con kimonos, volviendo a sus uniformes escolares lo que duraba el viaje. Iban de mal humor, peleándose. Sobre todo Tsubaki. Soul trataba de no sentirse personalmente agraviado, la conversación que había escuchado a ambas donde Tsubaki tranquilizaba a la rubia por su necesidad de tocar o acariciar el cabello de Soul cuando estaban en el departamento le hacía demasiado sentido. "Estás recien empezando", le dijo "acabas de inicarte en el sexo y se llama periodo de luna de miel. En cambio llevo años en esto y no hubiera tenido tu voluntad, además que extraño mi pareja y tener relaciones también... me pone de mal humor", a partir del Episodio del Miso Equivocado, cada vez que Tsubaki parecía ponerlo como blanco de su frustración, Soul trataba de no responderle.

Por un lado, él mismo sentía frustración de no poder dormir con Maka, de no estar entre sus manos en una lucha, de no poder entrar en ella con fuerza y escucharla gritar, como habían hecho las semanas previas al viaje. Ahora la miraba caminar distraídamente por el sendero que llevaba a la casa de la ninja, donde tendrían que convencer a su familia de apoyarlos. Blackstar les había dicho que si bien podrían relajarse un poco, tampoco convenía dar por hecho que estarían de acuerdo con Shibusen. Ella jugueteaba con las líneas del suelo como siempre, manos entrelazadas en la espalda, pero le mandó una frase a través de su sincronización, estamos siendo vigilados.

Tal vez por eso van tan callados, pensó Soul. Blackstar se veía mosqueado también, como cuando estaban demasiado tiempo juntos.

-Dobla a la derecha en el próximo callejón, primera casa a la izquierda.

Maka saltó también el camino de baldosas que guiaba hacia una casa estilo japonés, bastante oculta entre los árboles, pero no tanto como habían supuesto que podría ser una casa ninja. Entre el jardín, Tsubaki se desvió hacia un edificio y los guió, hasta mostrarles una entrada.

Su padre ya estaba ahí, vestido formalmente, y a su señal, la familia entera se puso de pie. Todos tomaron aire y cuadraron los hombros, pero entonces los chillidos agudos y carreras de las chicas interrumpieron la escena.

-Kyaaa... mira ese pelo... -Dos chicas de cabellos negros y uniformes parecidos a los de Tsubaki tomaron las coletas de Maka, mirándolas entre sus dedos. La rubia se sintió cohibida, pero otras chicas del grupo familiar se acercaron, apretando sus mejillas.

-Ya déjenla, oigan, que no está bien tocar a las personas, menos cuando no te las han presentado.

-Pero es como si la conociéramos, nos hablas tanto de ella. Es la chica del Shibusen, verdad.

-Si padre. Y este es Soul, su compañero y arma. Soul, Maka, ellos son mis padres, ellas mis hermanas y primas... ¡No! A Soul no le gusta que lo toquen! Pidan permiso... ay...

-Déjalas, Tsubaki. -Se rió su padre. -Ahora entren y celebremos.

Luego de una colación, las chicas se llevaron a Maka a sus habitaciones. Cuando bajó a cenar, se les dijo que iban a hacerlo en la cocina, mientras los invitados junto a los padres y algunos amigos tomarían la cena en un comedor, así que la soltaron en la puerta. Maka entró tímidamente, primero buscando la mirada de Blackstar.

-No se rían.

-¿Por qué nos reiriamos, coletas? -Blackstar estaba cansado y algo fastidiado, se dejaba notar en su tono. Maka entonces se sonrojó, suspiró, y entró en la habitación.