—Espero que me pueda explicar esto, Señor Caruso
Mi abuela estaba enojada, no solo enojada, estaba que desprendía rabia por cada poro de su piel.
—Si su alteza, en este momento ya están revisando todo el lugar y yo personalmente lo supervisaré
—Sé que mi nieta y usted firmaron un acuerdo de tres meses, pero no estoy de acuerdo, considero que no hay nadie mejor para cuidarla que usted. Así que le pido que reconsidere y plantemos un nuevo acuerdo y que también usted personalmente cuida a mi nieta
—No —Me escuché decir
—¿Qué dijiste?
—Que no —Ella me miro enojada —A ti no te importa él, pero a mí si, esto es muy peligroso
—Ya no eres una princesa, eres la reina, crees que pienso en otra cosa más, si mueres ahora, el caos será peor, y esta vez no creo que puedas escapar
—Crees que dejaré que intenten matarme, ya no tengo diecisiete años, tengo una buena razón para no morir, pero no le pidas a él que me cuide, uno porque no puedes obligarlo a quedarse y dos porque no podría soportar la muerte de alguien más
—Tu debilidad...
—No es debilidad, nunca lo a sido, amar no te hace débil, no puedo ver a alguien más morir, o perderé la cabeza
—Rouses a donde vas —No le hice caso y salí —Regresa aquí Rouses
—Ya no soy una niña abuela
Zayden estaba sentado a mi lado, mirando el acantilado, el viento no era mucho, se veía más débil, después de esto iría a Sussex, a pasar lo que le restaba.
—Es su decisión ¿No?
—¿Y si le pasa algo?
—No le pasará nada, es muy ágil, y no es tonto
—Supongo que no —Sonrió
—Vamos a pasar las fiestas y después podemos pensar en eso, estoy seguro de que quien sea que esté haciendo esto, lo encontraran
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Passione
AcakPerdió, perdió lo que sabía que iba a perder, pero aun así dolió. Los recuerdos son objetos valiosos que uno atesora, pero hay veces que tienden a desaparecer o a quedar en el olvido. La mente de Rouses es un campo minado que no permite ir más hall...