No puede ser, jamás en la vida me ha sucedido esto, esto no es normal en mi.
- Vamos Liz que vamos tarde.
- Ya voy, ya voy. - Abro mi mochila para la clase siguiente.
- ¿Por qué tan mal encarada? - me hace cosquillas.
Dalia es mi mejor amiga, es más pequeña que yo, mide 1.50, tez clara, tiene el cabello lacio y negro, con ojos rasgados y sus peculiares lentes con marchitas. Por fortuna de ambas, no pasamos la materia más fácil que había en todo el semestre, lógica, cual razón es porque ambas leímos mal las instrucciones de la última tarea que costaba el 70% de la calificación y hemos acabado aquí.
- No te vayas a poner chihuahua hoy, recuerda, los nervios son mentales Liz , yo aquí.- señala mi corazón. - y tú aquí.- Señala su corazón.
- Lo sé, pero sabes que me inquieta deber 1 materia.
- Tranquila Liz, podremos con esto, te lo prometo. - Me sonríe y hace que mi corazón se calme.
Bueno, hablando un poco de mi, soy Elizabeth, aunque todos me llaman Liz, soy la típica chica nerd que solamente quiere el éxito en la vida ¿es mucho pedirle a la vida? Siempre ando con el cabello desordenado ya que siempre ando contrarreloj, Darla me peina en el camino mientras aprendo, Chino, Inglés, Historia, Cálculo pero está vez no pude leer bien unas introducciones.
Al llegar a casa mi madre me pregunta a qué hora me toca mi clase de recuperación, mientras me voy a bañar para almorzar, me veo frente al espejo.
- Elizabeth Matthew Hudson con tu 1.50 de estatura, tu cabello ondulado y castaño, tus ojos rasgados y oscuros podrás contra esto, estás en tu último año de bachillerato, no te rindas.
- ¿Estás loca? - Mi hermana Melanie aparece detrás de mí, burlándose, mi día no puede ser peor.
- Liz apúrate a comer que llegarás tarde. - Mi madre me grita desde la cocina.
- Ya voy, ya voy.
Terminado de bañarme y de comer, me dirijo a la escuela para encontrarme con Dalia y poder entrar a la clase.
- ¿Ya te sientes mejor? - Dalia comenzó a tocar mi frente para ver si no me dio calentura por estrés.
- Ya estoy bien gracias ¿a quién esperamos que seguimos afuera?
- ¿Recuerdas a Merly?
- Sí, tu amiga de la secundaria ¿Qué tiene?
- Ella también debió la misma materia y le dije que se inscribiera con nosotras con esta maestra de recuperación.
- ¡Hola Dalia! .- Desde lejos una chica de 1.65 cabello largo y lacio, castaño claro cenizo venía hacia nosotras.
- Merly, creí que no ibas a venir.- Le jala de la oreja.
- Perdón Dalia, es que el bus no me daba parada.- giro los ojos hacia mi.- Liz, cuánto tiempo sin verte.- Me abraza.
- Hola Merly, lo mismo digo, pero ya mucho amor que se nos hace tarde.
- Lo siento.- se ríe y me suelta.
Las 3 vamos juntas hacia el salón que nos habían indicado en nuestro papel de inscripción. Al entrar, pude sentir aquel olor de perfume que tanto amaba, por Dios Liz, solamente es un perfume, no quiere decir que él, este aquí.
- Liz, ¿ya viste quién está aquí?
Después de tanto tiempo sin verlo, sin haber compartido una sola palabra en estos casi 2 años, después de llorar tanto por alguien que jamás supo valorarme, él estaba aquí, aquel chico de 1.60, cabello ondulado y oscuro, ojos como la noche que al mirarte te dejan sin palabra, que su voz te relaja y su peor arma, la labia.
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Más allá de mi deseo
RomanceLa única felicidad que yo tenía era ella, ahora será de alguien más, mi único deseo es poder ir al pasado para componer las cosas, mi gran deseo es mi segunda oportunidad con ella.