La chica estaba sentada con su pareja, el chico estaba llorando por una vez al igual que ella, nunca se imaginó a su propia pareja estar de esa manera por algo tan simple como unos truenos.
Ella no era quien para juzgar a su hombre, ella también lo pasaba relativamente mal, fue ella la primera que grito al ver uno, no fue hasta el rato que él se puso así. Boyfriend era alguien muy orgulloso, pero esto le trajo de sorpresa.
La chica abrazaba fuerte a Keith mientras este sollozaba en el pecho. Ginny busco un par de cascos, esta le coloco con cuidado en las orejas del chico mientras besaba un poco su frente.
Se podía ver qué eso le tranquilizó un poco. Igual, no por ello dejaba de abrazar a su compañera.
La chica tomo al chico, estaba envuelto en mantas, pero eso no suponía mucho problema a ella, era relativamente fuerte por ser una demonio.
Se llevó cual princesa a la cama para estar allí juntos, necesitaban algo con que distraerse. Por el bien de ambos, tampoco es que fuera bonito ver ambos así, el sentimiento era mutuo.
— Oye, siempre preguntas como me luzco realmente ¿No?
El chico aún con cascos podía escuchar. Este asintió levemente para acercarse.
Cherry movió ligeramente los hombros. Por lo menos el chico tenía algo que distraerse. Se concentró un poco para soltar su propia esencia.
Keith se imaginaba la clásico demonio rojo con cuernos, nariz larga, con alas. No era muy imaginativo, pero conforme cambiaba, más le sorprendía.
Era una bellísima mujer, como si madre. Si ya le era ridículo ser enano, eso le hacía sentirse como una pulga, varios cuernos estaba en su larga melena ondulante. Casi se podía decir que era un Cosplay de una chica dragón de esos juegos porno de internet.
Entre lo sexy y tremendo culazo el muchacho estaba que se le olvidó por completo de que estaba llorando. Si no fuera por llevar tanta mantas se veía lo emocionado que estaba.
La chica giraba algo tímida la cabeza, no sabía muy bien como catalogar su cara. El chico en su lugar le tomo aquella garra para besarla. Allí estaba subiendo como podía, la joven reía un poco pero no duró mucho. Nuevamente el chico temblaba, vio un rato por la ventana del cuarto.
— Ven amor...
Tomo entre sus escamosos brazos para darle cariño. El chico estaba entre el miedo y la escitacion. La joven se puso de costado, si tapaba cualquier lugar no podría mirar, luego no sentiría miedo.
Medidas desesperada requiere cosas desesperadas. Esta con sus grandes manos tocaba el chico.
— Te quiero Ginny...
— ¿Como que te da miedo los rayos? — Masajeaba con el pulgar a su pareja. Este le gustaba estar así de consentido.
— Una vez un rayo impacto en un árbol, me quedé atrapado mientras había tormenta... — Quedó en silencio, cosa que interrumpió su chica con muchos besos, grandes y carnosos besos. El chico no podía evitar dejar lo serio. — Ginny me hace cosquillas con tu pelo.
La chica igualmente jugueteaba con él. La chica giro un momento la cabeza. Era gracioso ver como algo que cagaria las patas a bajos se puso como un gatito al ver agua.
— Mi dulce ángel, tengo un plan, ¿Que tal si dormimos apegados?
La chica a sintió, se acurrucó mientras que el contrario se tumba en su Sorprendía cómo podía ocupar ella toda la cama. Igual, el chico no quiso quitar oportunidad para aferrarse a las caderas de las chicas para usarlas como almohada.
El muchacho no tardó en suspirar para empezar a cantar algo. Era un gran cantante, esas dulces palabras desconcentrada a la chica, tanto que volvió a su forma. El chico igualmente le cubrió con su propio cuerpo.
La chica se reía mientras que el menor le surcaba con sus manos su cuerpo rollizo.
Ignoraron los rayos para tener lo que planearon hoy. Una noche en pareja.
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