capitulo 12

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capitulo 12

No, eso era una tontería. James estaba durmiendo. Ella podría quitarse la blusa, la falda y las medias y deslizarse debajo de las sábanas. No había ningún problema.

Se colocó, apagó la luz y se quitó las horquillas. Ya estaba lista para conciliar el sueño. Estaba a punto de dormirse cuando la voz de James la sobresaltó hasta tal punto que casi se cayó de la cama.

-Buenas noches -balbuceó como si estuviera borracho.
-Buenas noches -respondió con el corazón desbocado. Acostarse al lado de un hombre dormido era una cosa, pero al lado de uno despierto era otra muy distinta. ¿Qué debía hacer?

Sin embargo, no tenía motivos para preocuparse porque James controlaba perfectamente la situación. Había habido momentos en los que ___ lo había atraído. 

Normalmente, cuando una mujer se acostaba con él, él tenía ciertas expectativas. Con ella sería diferente.

Serían amigos y no amantes. Incluso en su estado de semiconsciencia, lo recordaba. Pero se preguntó cómo sería la relación entre los dos. Todo era nuevo para él, pero necesitaba aclarar la situación. ¿Cuáles serían las reglas a seguir? Y más que nada ¿qué haría con su nueva mejor amiga?

-___ -dijo con la voz pastosa-, ¿qué tipo de películas te gustan?
-¿Películas? -preguntó con la mirada fija en la oscuridad-. No voy al cine.
-¿No vas al cine? -se incorporó apoyado en un codo y la miró intrigado-. ¿Qué quieres decir?

___ se volvió de lado para darle la espalda y siguió mirando la semioscuridad.

-Leo. No me decepcionan con tanta frecuencia.

James hizo una mueca y se frotó la cara. Leía libros. No se podía hacer eso con una amiga. No daría resultado. Bostezó.

-¿Qué me dices del desayuno? ¿Sales a desayunar? o...
-No desayuno -respondió impaciente preguntándose qué le pasaba a ese hombre.
-¿Qué? ¿Y te consideras un amante de lo sano?
-No he sido yo la que ha dicho que lo sea -murmuró deseando que James volviese a dormirse-. Has sido tú.
-Entonces, ¿qué te gusta hacer? -volvió a bostezar.
-Leer y trabajar.

Leer y trabajar. James volvió a tumbarse y fijó la mirada en el techo. Él no podría hacer ninguna de esas dos cosas con ella. No tenía más remedio que enseñarle a llevar una nueva vida.

-Te llevaré a la playa -dijo quedo.
-¿Qué?
-A la playa. Te enseñaré a practicar el deporte de la tabla hawaiana.
-Nunca -quedó boquiabierta.
-Sí. Espera y verás -suspiró y a los pocos segundos su respiración dio a entender que dormía de nuevo.

___ se mantuvo quieta con los ojos bien abiertos y se preguntó qué diablos había querido decir. James no se parecía a ninguno de los hombres que ella conocía. Esbozó una sonrisa. Debería saborear ese momento. No creía probable que volviera a compartir una cama con un hombre tan apuesto.

Pero ella no había planeado estar en la cama con nadie. No tenía necesidad de ello. ¿Para qué servía una relación con un hombre? Se necesitaba cuando se quería tener hijos y educarlos. Ella no pensaba tenerlos. Tenía su trabajo. Tenía su vida. No necesitaba nada más.

De pronto descuidó la guardia y permitió que un recuerdo acudiera a su mente. Inmediatamente cerró los ojos y se obligó a no pensar en ello. Su vida tal como estaba era perfecta. El pasado estaba muy lejano y no tenía por qué recordarlo.

Decidida, cerró los ojos e inmediatamente concilió el sueño.

un regalo en mi puerta(james) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora