Capitulo 23
Maratón: 2|3Al quedarse solo en el sofá, James se dijo que la había besado como a una amiga con la que mantenía una relación sin importancia. Era la única manera de hacerlo.
Sin embargo, se mantuvo despierto un buen rato, pensaba en ella y en lo que sentía al besarla. _______ tendía a mantenerse distante, como un animal tímido, pero en cuanto se relajaba, daba evidencia de una reserva inmensa de pasión oculta. La pasión había sido patente cuando le había demostrado lo que eran esos besos.
Se dijo que sería una gran esposa para algún hombre con suerte; luego esponjó la almohada pensando que él no sería el afortunado.
Las pequeñas durmieron hasta las cuatro de la mañana. Ese lapso de tiempo en que durmieron sin interrupción fue delicioso y James y _______ lo celebraron tomándose un vaso de leche mientras alimentaban a las criaturas, las cambiaban y volvían a acostarlas. Donna se durmió pronto, pero tuvieron que pasear a Danni durante quince minutos para que conciliara el sueño. Luego _______ y James se acostaron en sus propias camas y durmieron como troncos hasta las ocho de la mañana, hora en que las niñas volvieron a despertar ronroneando a la luz del sol.
-¿Sabes una cosa? -preguntó James mientras cambiaba de pañal a una de las criaturas-. Uno podría dedicar toda la vida a las pequeñas cuando están así.
-Es verdad. Las niñas tan pequeñas como éstas necesitan a sus madres.
-Y a sus padres -le recordó James con orgullo-. ¿Qué decís, niñas? ¿Estáis listas para el desayuno? -hizo malabarismos con los biberones-. Vuestro chef de esta mañana es James Maslow, un calentador de biberones extraordinario. Por favor tomad asiento y preparaos para que se inicie la alimentación.
Siguió haciendo payasadas mientras se preparaban para seguir con la rutina de la mañana y _______ rió y levantó a las niñas, una a una, para que lo vieran. Pero cuando se sentaron cada uno con una niña y un biberón, sintió un poco de tristeza. Sólo les quedaba ese día. Al día siguiente, tendrían que llevar a las niñas a algún lado y ella y James tendrían que volver a sus respectivos trabajos. No había manera de ignorarlo, vivían con tiempo prestado.
Le parecía extraño que se hubiera adaptado con tanta facilidad a ser una madre adoptiva. Nunca había albergado deseos secretos de tener un bebé. Pero parecía que no era sólo la maternidad la que la atraía. Eran esas dos niñas. Tenían algo a lo cual _______ no podía resistirse.
Miró a James y él sonrió. El corazón de _______ mariposeó. No podía describirse de otra manera. Sintió que las mejillas se le encendían. Bajó la cabeza y deseó que James no se hubiera dado cuenta. Ella no podía dejar de pensar en él. James era parte de esa experiencia, estaba tan estrechamente ligado a todo lo ocurrido que no podía pensar en las gemelas sin pensar en él. Pero había más.
Sabía que nunca había sentido lo mismo por ningún hombre. Nunca había reaccionado así. Nunca le había gustado otro tanto como él, nunca había querido que la besaran y acariciaran como deseaba que lo hiciera él. ¿Era eso amor?
Realmente no importaba. James no estaría a su lado mucho tiempo. Los dos lo sabían. Tendría que ocultar lo que sentía por él. No había nada peor que una mujer enferma de amor fantaseando con un hombre que no tenía ningún interés en ella. No se permitiría ser ese tipo de mujer. Nunca.
Danni terminó el biberón y le sonrió a _______ quien le correspondió feliz. Levantó a la criatura sobre su hombro y le dio palmaditas hasta que obtuvo un gran eructo que la hizo reír de nuevo. Luego dejó a la niña encima de la manta, en el suelo, y corrió a la alcoba de donde salió con la ropa que habían comprado el día anterior.
-¿Qué haces? -preguntó James mientras colocaba a Donna al lado de su hermanita.
-Ponerles los vestidos y los gorros -respondió-. Tienen que ir a la catequesis del domingo.
-¿Qué?
-Tranquilo -sonrió-. No las sacaré. Lo haremos aquí mismo. Sólo unas canciones y una plegaria -dio unos pasos atrás para mirarlas con orgullo.
James se mantuvo distante mientras las observaba; estaba tan orgulloso como _______, pero no se lo diría.
-Al menos te convencí de que no compraras los zapatos -gruñó él.
-Lo sé. Por eso el cuadro no es perfecto -frunció el ceño-. Pero los calcetines ayudan.
-Sin la menor duda -rió-. Siempre ayudan, ¿no?
-Ve a por la cámara, por favor -se volvió hacia él sonriendo-. Está encima de la mesa del comedor -se inclinó y les estiró los calcetines.
Cuando James volvió estaban listas para las fotografías.
Hicieron las fotos por turnos para que uno y el otro posaran con las pequeñas con diferentes trasfondos. Rieron y jugaron hasta que las niñas se cansaron y empezaron a lloriquear. Luego, cada uno levantó a una chiquilla y se pasearon con ella hasta que comenzó a dormitar. Finalmente las acostaron.
-Es maravilloso cuando las dos se duermen al mismo tiempo -murmuró _______ al dejarlas en las camas-. Ojalá hubiera alguna manera de programarlo para que siempre sucediera así.
Cuando volvieron a la sala y vio que estaba hecha un caos frunció el ceño. Su casa que normalmente mantenía inmaculada, parecía un campo de refugiados. Biberones, ropa, mantas, sonajeros, todo yacía por doquier.
-Qué desorden -comentó-. Dame un minuto y esto quedará...
-No.
-¿No? -repitió confusa e intrigada.
-No, cuando se tienen niños también se tiene desorden -movió la cabeza y sonrió-. Aprende a vivir con eso, _______ Lee. En este momento necesitas descansar para renovar tus energías para el siguiente encuentro con los angelitos. Vas a venir a sentarte en el sofá y a descansar unos minutos.
-¿Sí?
Por algún motivo que no pudo comprender bien, permitió que James la llevara al sofá y tirara de ella para sentarla a su lado.
-Has conseguido que yo te hablara de mi niñez, pero tú no has dicho una sola palabra respecto a la tuya.
-No suelo hablar de ella -se puso tensa y deseó no haber cedido a la tentación. Se movió inquieta-. Tengo que arreglar esto un poco y todavía no hemos desayunado.
James llevaba bastante tiempo trabajando de investigador, de modo que reconoció inmediatamente la reacción de _______. Con indiferencia fingida, le rodeó los hombros con el brazo para mantenerla quieta.
-Todavía no -murmuró-. Descansaremos y hablaremos. ¿De acuerdo?
_______ se obligó a tranquilizarse un poco y asintió a regañadientes.
-Muy bien, comenzaremos por el principio -sugirió él-. ¿Dónde naciste?
-Aquí en Honolulu -lo miró y desvió la mirada.
-¿Cuándo?
-Hace veintiocho años -dijo después de humedecerse los labios.
-Ah, eres mayor de lo que pensaba.
-Pero sigo siendo más joven que tú -se volvió con una sonrisa.
-¿Cómo se llama tu madre? -preguntó sonriendo.
-S-S-Suzanne -dijo y se maldijo por tartamudear.
James le dio entonces la mano, como si quisiera protegerla. Por lo visto a _______ le resultaba difícil hablar de eso. Pero el instinto de James le indicó que necesitaba hablar un poco más del tema. Además, él deseaba saberlo.
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un regalo en mi puerta(james) Completa
RomanceSinopsis.Un canasto con un par de bebés era lo último que ______ Lee esperaba encontrarse en su puerta, pero allí estaba y alguien debía cuidarlos. Y si la única ayuda con la que podía contar era con la de su apuesto vecino tendría que conformarse c...