Sangre Y Ojo Rojos - Dekubaku

Capitulo Único

Pasa la hoja del cuchillo lentamente, escuchando el silencioso roce del filo de la hoja cortar la carne blanda del cuello. Sintiendo un deleite en su cuerpo al escuchar los gritos agónico del hombre en la habitación, son música para sus oídos, una sinfonía que ama escuchar cada vez que acaba con la vida de algún malnacido.

La sangre se esparce por el suelo, sale a mormotones del cuello cortado, también de su boca sale un poco, y está seguro de que su víctima a de estarse ahogando con su propia sangre, ya que le ve presionarse el cuello con las manos en un intento estúpido por detener el sangrado.

Ese hombre no debería vivir mucho más que unos minutos, lo sabe, después de todo hizo un corte limpio. Y tal como lo predijo el hombre no demoro en caer, totalmente muerto y sin vida sobre su propio charco de sangre. El cuerpo frío y sin vida es manchado de color carmín por la sangre que se pega en su rostro.

Sonríe, lo ha hecho desde que entró al sótano de su casa, sabiendo que tendría una tarde más que entretenida. Le hecha un vistazo al cuerpo por encima, y confirma que las heridas abiertas de la deliciosa sesión de tortura siguen sangrado. Se siente eufórico. El cuerpo lleno de cortes mal curados y sangre seca le otorgan una vista divina, el charco de sangre y la garganta abierta, sumándole los blancos ojos abiertos, mirándole fijamente. Hace tiempo que dejó de tener pesadillas, y sus demonios se convirtieron en sus más grandes aliados y amigos. Ahora sólo tiene hermosos sueños llenos de víctimas y sus gritos agónicos cuando piden piedad.

Sin embargo, toda su euforia se va al caer en cuenta de que este no le ha durado nada, sus víctimas suelen durar encerrados en ese sótano de tres a cuatro semanas; y este por el contrario, sólo estuvo una semana allí.

¿Sera que su insaciable deseo de sangre había estado fuera de control? Lo pensó por un momento, tal vez debería estar en abstinencia por un tiempo, para no llamar la atención, aunque todas sus víctimas eran personas renegadas por la sociedad, sin familia, amigos, o gente que les conociera.

Suspira y de inmediato se dirige al sitio donde tiene los productos de limpieza, saca todo lo necesario para dejar la escena limpia, a su vez toma una gran bolsa para meter el cuerpo allí y deshacerse de él. Mete el cuerpo  en su lugar y sin más dilación empieza a limpiar todo.

Dejando el cuerpo solo, afuera en la oscuridad de la noche, donde unos ojos rojos y analíticos ven su próxima comida.