TU FRIO CORAZON (TOMO UNO)

OBSERVANDO LA LUNA.

Xxx: Lunala.

Se escucharon voces a los lejos, haciendo que el pelirrojo reaccionara de su ensoñación y bajara a la pequeña, pero sin dejar de observarse.

Xxx: Haa - Suspiro aliviado al verla, si algo le pasaba a la pequeña, la Matriarca lo mataba - Cariño que buenos que estas aquí – Gloxinia volteo a ver quién se iba acercando.

Setos: Pequeña traviesa sabes que no puedes alejarte de nosotros - Tomandola en brazos.

Lunala: Lo siento padre - Contesto inexpresiva la pequeña.

Setos: Espero que no le haya causado molestia esta damita - Dirigiéndose al pelirrojo.

Gloxinia: ¿Es tu hija Setos? - Pregunto interesado.

Setos: Si - Sonrió orgulloso - Ella es Lunala, la tercera princesa Lunar.

Gloxinia: No te preocupes, solo quería una flor - Indico.

Setos: Guau, le devolviste la vida al árbol - Afirmo sorprendido, bajando a la pequeña de sus brazos.

Gloxinia: Con la purga que acabo de hacer ya no habrá problemas para que puedan cosechar, tu aldea se salvara, pero debes decirle a tu gente que deben cuidar mejor sus tierras, ya que no podre ayudarlos de nuevo - advirtió.

Setos: No te preocupes, mi reino y la aldea estaremos eternamente agradecidos, y cualquier cosa que ustedes puedan necesitar, no dudes en recurrir a nosotros Rey Gloxinia, los humanos podríamos apoyarlos a ustedes en lo que necesiten.

Gloxinia: Tomare en cuenta tu ofrecimiento entonces - Tomo su mano en forma de alianza, dándose una cálida sonrisa - Siendo así, es hora de retirarme, mi reino no puede estar tanto tiempo sin mi protección.

Se despidió alzando el vuelo partiendo del lugar, cuando iba a una distancia algo considerable, instintivamente volteo hacia atrás, y entre tantos colores comunes y opacos, pudo visualizar a la pequeña peliblanca, y pudo percatarse que la enana de ojos plateados lo estaba observando con asombro.

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El sol se estaba poniendo sobre Britania, el Rey había recién llegaba a su hogar, se encontraba sucio y exhausto, lo único que deseaba era descansar, por esa noche se permitiría relajarse y dejarles la seguridad del bosque a los guardianes.

Xxx: Rey Gloxinia, por fin está de vuelta ¿Cómo se encuentra? - Llegaba una hermosa hada a su lado colgándose de su cuello.

Gloxinia: Hee, mu-muy bien ¿Por qué la pregunta? - Cuestiono tratando de zafarse de ella.

Branwen: B-bueno es que estaba preocupada, por usted, por su salida a aquella aldea humana.

Gloxinia: No deberías preocuparte, nadie podría atacarme.

Branwen: Hay Rey Gloxinia - Abalanzándose nuevamente hacia él, hundiendo su cara en el hueco de su cuello - En verdad estaba muy preocupada por usted.

Sintió algo húmedo en su cuello, volvió a apartarla un poco para ver que estaba llorando - No debes angustiarte, estoy bien Branwen – Consoló el pelirrojo.

Gerheade: Muy bien Branwen, ya viste que se encuentra bien, déjalo respirar un poco, alejándolo de su hermano, puedes retirarte a tus labores - Despidiéndola del lugar, a regañadientas, la peliverde se alejó - Hermano, ve a relajar ya está listo tu baño, luego cenas y descansa, me imagino que fue un día muy agotador.

Gloxinia: Como no tienes idea, de verdad aquel lugar estaba prácticamente muerto, fue muy triste ver aquello.

Gerheade: Pero mi querido hermano todo lo puede y de seguro pudiste reavivar el lugar ¿No es así?