Kara.
Hace un tiempo atrás.
La rubia estaba caminando junto a su equipo en el desierto caliente, habían recibido una llamada de un cuartel escondido del enemigo. Junto a ella estaba su esposa.
Kara sólo iba junto a otros médicos para tratar a los heridos y a los que hayan sido secuestrados.
Krypto iba guiando, olisqueando el aire caliente, junto a ella estaba su compañero Jon y su perro, Fantasma. La rubia no notó la pequeña figura que corría hacia ellos, hasta que choco contra ella.
La mujer protegía con su cuerpo a un pequeño niño de dos años, parecía estar sangrando de un costado.
-Por favor, por favor, ayuden a mi esposa- comentó una voz femenina de la pequeña figura.
La rubia, tomó entre sus brazos la mujer, quitando el cabello rubio miel de la cara, jadeo al reconocer a la doctora Maura Isles, la jefa de su batallón, que hace algunos meses había desaparecido.
Kara llevó inmediatamente a la mujer a uno de las camionetas que hacían de ambulancia.
Unas horas después encontraron a la esposa de la Doctora muerta. Kara se sintió destrozada por su jefa, ella no quería saber que sería perder a la persona que más ama en el mundo de una manera tan agresiva.
Pero el destino le arrebato a su esposa unos meses después y ella fue la herida, incluso la doctora Isles la había atendido y salvado la vida.
Actualidad.
Kara despertó abrazada de Krypto, suspiró levantándose algo atontada, era muy temprano, pero le daba tiempo para prepararse, eran las cuatro y media de la mañana. Fue a la cocina y preparó la bebida de proteína sabor chocolate.
Después se dirigió al gimnasio que poseía en el sótano de su hogar, hizo ejercicio hasta las seis de la mañana. Entró a la ducha y a las siete ya estaba arreglada. Preparo su desayuno y el de su cachorra.
Krypto se ocupaba de sus asuntos en el patio. Cuando terminaron de desayunar le puso a su cachorra el arnés especial de perro de ayuda.
A las ocho de la mañana, ambas ya estaban saliendo para tomar el autobús que las llevaba al hospital donde sería su entrevista.
-Buenos días- comentó al conductor de buen humor.
Krypto iba pegada a Kara, estaba vigilando todo a su alrededor, la rubia fue hasta atrás del autobús, se estaba poniendo nerviosa, se iba llenando y era algo que la estresaba mucho, sintió la cálida lengua de su cachorro, lo que logró distraerla y calmarla.
A las nueve ya estaban en la entrada del hospital Luthor, suspiró nerviosa, sería su primer empleo, después de estar en el ejercito y en el campo de batalla dando servició.
Al menos ahora se dedicaría a los niños de National City. Caminó hasta la entrada, sonrió a una de las enfermeras que estaban en el mostrador.
-Buenas tardes soy la Doctora Danvers, tengo una cita con la Licenciada Luthor- se anunció la joven rubia.
La enfermera sonrió al ver la chica rubia tan radiante, observó al perro a su lado, la mujer asiática asintió.
-Síganme por favor. La señorita Luthor la está esperando para su entrevista. Espero que lo logre, necesitamos un pediatra y ya cuatro le han negado el puesto- comentó la enfermera mientras guiaba a Kara por los pasillos, hasta una oficina muy elegante.
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Las dos caras de la luna.
De TodoLa gemelas Luthor comparten gustos, desde la comida, estilo de vida y hasta de mujeres. Exceptuando su carrera profesional. Ambas mujeres estarán envueltas por su deseo por la ex-soldado Kara Danvers y nueva pediatra de su hospital, el Hospital Luth...