Bellas esperanzas parte 2 (verdades )

Capitulo 3

Catherine se preparaba junto a sus amigas para asistir a una exposición de científica e industrial en el Crystal Palace símbolo del progreso y modernidad. Anna era una de las más entusiastas con la idea en cierto punto Anna deseaba haber nacido hombre, le entusiasmaba la ciencia, el progreso, la aventura. Muchas veces se la escuchaba lamentarse de su condición de mujer y del lugar que al que la sociedad la relegaba. Catherine se fascinaba de su compañía y se nutría de fortaleza, si cuando niña la había admirado, ahora que trabajaban codo a codo en el proyecto de Anna en el East End la admiraba muchísimo más. Sarah también se había unido a ellas, las ayudaba a llevar alimentos y cuidar de los niños tres veces por semana, la niña parecía estar muy feliz porque aprendía de las clases junto a los otros niños y también podía ayudar. Las tres amigas estaban felices con esa dulce niña por lo tanto la invitaron a la exhibición.

Cuando el grupo de amigas ingresaron finalmente al Crystal Palace pudieron apreciar la magnitud de una estructura que había sido forjada en base al acero y el cristal ,cosas nunca antes vista en una edificación ,y que lo volvía imponente, pero el detalle más particular de la construcción ,era que desde dentro se percibía como un ostentoso jardín de invierno, algo que lo volvía maravilloso. Entre más recorrían el lugar, más fascinante lo encontraban.

En un momento hicieron una parada frente a la exposición de una máquina de vapor que se utilizarían en las fábricas para poder aumentar la producción y reducir el tiempo demora en la producción estaban escuchando al fabricante de tal imponente artefacto cuando Catherine sintió que una mano apretaba su brazo y la movía de su sitio cuando giro su cabeza para ver quién era el impertinente la primero que pudo percatar fue un olor de un perfume muy familiar, el olor de un perfume con el que soñaba todas las noches.

Cuando el vizconde entro a la feria en el Crystal Palace junto con su hermano y su mejor amigo Lord Edward Morland. Al acudir a este lugar nunca imagino que encontraría a la persona que había perturbado sus pensamientos por estos últimos meses. Cuando llegaron al lugar y recorrieron los distintos puestos donde se presentaban las máquinas que revolucionaron la forma de trabajar en las fábricas y mientras escuchaban el discurso de uno de los ingenieros, visualizo a un grupo de mujeres que prestaban mucha atención a la exposición. Pero lo que realmente llamo su atención fue un cabello rojizo que se le hacía demasiado familiar, no pudo evitar acercarse rápidamente al grupo y por fin pudo apreciar el rostro de costado de la mujer a la que ese hermoso cabello pertenecía. Su reacción fue imprudente he inmediata ,asió a la mujer por el brazo y la condujo a un lugar apartado de la multitud ,donde había una especie de jardín. Cuando estuvieron a solas finalmente la soltó, ella lo miro llena de sorpresa y de algo más que el no sabía cómo identificar - ¿sorpresa, rabia o pena? –

Señorita Catherine por fin la encuentro

Buenos días mi Lord, no sabía que estuviera en mi búsqueda – intento decir de forma indiferente

Por supuesto que sí, esa noche te pedí que me esperaras que conversáramos

Lo siento mi lord no me pareció apropiado seguir trabajando con usted

Por dios Catherine, sabes perfectamente que no es a eso a lo que me refiero

-Ah no y entonces ¿a qué es a lo que se refiere?

-Me refiero a lo que te prometí.

-Mi lord sabe perfectamente que lo que prometió no es posible.

-Maldición Catherine sabes que esas convenciones estúpidas ya no me interesan.

-Pero a mi si mi lord, a mi si me interesan y ahora si me disculpa me retiro

Cuando estaba comenzando a dar unos pasos para alejarse Daniel volvió a sostener su brazo para detenerla – No Catherine por favor no hagas esto, tenemos una plática pendiente.

Por mi parte lord Havisham está todo dicho, no tengo deseos de hablar más – retiro la mano del hombre que amaba de su brazo y se marchó.

Havisham se quedó observándola mientras huía nuevamente de él. Se veía diferente su ropa era completamente distinta, su peinado, todo. Si antes la encontraba hermosa ahora su belleza parecía resaltar muchísimo más. Sumando a aquello un lado distinto de su personalidad, era decidida y fuerte.

Él se mantuvo en pie con las manos en la cadera en el mismo lugar donde Catherine lo había dejado plantado. Mientras ella volvía con su grupo y se marcharon unos segundos después. El salió de su transe cuando su mejor amigo lo encontró en ese lugar totalmente desconcertado

- ¿Qué te ocurre Havisham?

- Nada que sea tu asunto Morland

aaah con ese humor estamos pilluelo ¿veo que se te escapo una señorita? ¿Quién era?

No te lo voy a decir – enfatizo mal humorado

deberías relajarte un poco amigo . no vaya a ser que te perdamos por vejez prematura. Sería una lástima puesto que, en el fondo, muy en el fondo, siento que te aprecio. – se burló con una falsa cara de consternación.

El vizconde acostumbrado a su amigo se limitó a dar vueltas los ojos e ignorarlo durante la hora que permanecieron en el lugar. Había concurrido muy entusiasmado por la exposición, pero terminó enfocando sus pensamientos, en lo único que parecía importarle últimamente; Catherine.